Angélica Aimé Martínez Vivar

This week, 16 year-old Angélica Aimé Martínez Vivar, who participated in MIA’s workshops at INCA (all-girls’ school in zone 1) last year, was killed on her bus home from school by a stray bullet. Angie’s death marks the second time in the last two years that MIA has lost a young family member to senseless violence.

A “bala perdida” is a bullet that misses its intended mark but finds another. These are the two scariest words I have ever heard in any language. It is the epitome of senseless, random violence. There is no precaution against pure chance. Angie wasn’t engaging in any “high-risk behaviors” when she was killed: she was caught in cross-fire on a bus going home from school.

But honestly, this is the reality in Guate right now. Living in the city means living under a shroud of fear and distrust. You step out on the street and everyone you see is a potential mugger/assaulter/rapist/murderer. You must always be on guard, evaluate everyone you see, keep track of places to duck into if everything goes wrong. Going for a walk around the block can be exhausting.

It might be the legacy of thirty years of civil war, it might be the result of a market flooded with small arms, it might be due to the government’s inaction over the past few decades. But it’s hard to care about why and how we got here when a 16-year old dies and we cannot hold a single person accountable. If justice exists in cases like this it will not come through the trial of one individual.

We must prosecute the entire society, the structural violence and lack of opportunities that led three men to board a bus with arms and demand money from the passengers. We must prosecute the culture of fear that led one man to carry a firearm for personal defense. We must prosecute the culture of individualism and machismo that made him defend himself by opening fire.

I know all this sounds like rhetoric with no practical application. But in a way, this is what MIA does. From our own humble place we are fighting all these things and struggling each and every day to change them, one person at a time.

And for what it’s worth, I am proud of our girls at INCA. When they heard about this senseless act of violence they did not just go home and cry like generations of women were taught to. They marched out onto the streets, protesting against all those ineffable evils that force them to stay inside. They went out and they screamed, not with fear or anguish, but with anger, with outrage at the mindless violence that surrounds them. They marched to the Palacio Nacional, the seat of the Guatemalan executive on a day when Ban-ki Moon himself was in attendance to make themselves heard.

I can’t know if MIA being in this school played a part in these girls’ ability to find their voices, but I’d like to think that our workshops, where many of these girls get to talk about what it means to be a woman with a voice and how to channel this voice to make Guatelinda a little more linda plays a part in the confidence, courage, and valor it took for them to do this.

We’ll be back in INCA next week with these girls, and until then, kudos to these bright young girls, with them at the helm, we can all have high hopes for the future of this city.

 

Photo from El Periodico: http://www.elperiodico.com.gt/es/20110317/pais/192570/

 

Premian investigaciones sobre migraciones

Por Héctor Pacheco

El Programa Desarrollo Humano y Migraciones entregó el 16 de diciembre de 2010 los premios a los ganadores de los concursos de periodismo, tesis e investigación sobre el tema de Migración. Los premios son parte del trabajo ejecutado por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y financiado por la Unión Europea.

Atendiendo a la preocupación por generar un discurso más complejo y más acorde al desarrollo humano, este concurso premia, por segunda ocasión a periodistas e investigadores que han trabajado este tema y asumido los retos que como región centroamericana debemos constantemente reflexionar. El proyecto se siente honrado de contar en la primera generación de premios con periodistas e investigadores connotados, como Marcela Zamora y Óscar Martínez del periódico digital El Faro, cuyo trabajo en este tema ha sido posteriormente reconocido en otros países.

En esta segunda edición se realizó la convocatoria a nivel Centroamericano, y se tuvo la participación de investigadores y periodistas de Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador

El Programa de Migraciones felicita a todos los concursantes, por su esfuerzo y trabajo constante, particularmente, a los ganadores, que mostraron que un trabajo hecho con profundo compromiso y rigurosidad puede aportar nuevas claves para entender nuestra realidad migrante.

Los ganadores de la II Edición del Concurso de investigación fueron:

Primer lugar: “Expulsados del sueño americano. La política de deportaciones y los migrantes centroamericanos” Autor: José Luis Rocha, de Nicaragua.

Segundo lugar: fue declarado desierto.

Mención especial: “La migración hondureña hacia Estados Unidos” Autor: Vladimir López Recinos. Nicaragua

En la categoría de tesis, los ganadores fueron:

Primer lugar: “Mujeres, ciudadanías y migración. Mujeres catarinecas: experiencias vitales y de ciudadanía en el contexto de la migración internacional hacia Estados Unidos” Autora: Ana Silvia Monzón. Guatemala

Mención especial: “Tejiendo redes frente al riesgo y la vulnerabilidad. Migrantes centroamericanos y organizaciones civiles de apoyo en Tapachula, Chiapas” Autor: Jaime Roberto Rivas Castillo. El Salvador

Mención especial: “Redes de los transmigrantes indocumentados salvadoreños en la frontera México-Guatemala. Autora Susana Maybri Salazar. El Salvador

Los ganadores de la II Edición del Concurso de periodismo fueron:

El primer lugar se declaró desierto.

Segundo lugar: “Los migrantes, una mercancía”, presentado por Olga Noemí Chacón, de El Salvador. Formato: video.

Tercer lugar: “Morir en El Salvador” presentado por Francisco Javier Campos, de El Salvador. Formato: fotogalería.

Mención Honorífica: “El crimen organizado frustra el sueño americano de miles de migrantes”, por Tania Sorayda Martínez, de El Salvador. Formato: radio.

http://www.pnud.org.sv/2007/content/view/665/122

Opinión: Resulta que…

Hoy quiero rendir tributo a las mujeres constructoras de patria. Solo referiré los nombres de algunas, mencionarlas a todas y decir sus méritos requeriría escribir libros, sin pensar en las heroínas anónimas.

ILEANA ALAMILLA

Zury Ríos ha liderado la agenda de salud de las mujeres, Nineth Montenegro abandera los temas de fiscalización que han puesto en aprietos a muchos(as), Roxana Baldetti ha sabido conducir a su bancada con firmeza y ha posicionado su agenda partidaria, Anabella De León, otra política aguerrida. La oficialista Mirza Arriaga, presidenta de la Comisión de la Mujer, quien junto a las otras miembras de esa sala impulsó una acción inédita al viajar a todos los departamentos a socializar la legislación con autoridades y organizaciones, como contribución a que se respeten los derechos de sus congéneres.

Rosa María de Frade, con un excelente desempeño; Otilia Lux levantó la agenda de los derechos de la población indígena, especialmente de las mujeres.

Lo anterior, solo por citar algunas de las naves insignias que nos enorgullecen. Las parlamentarias lograron unirse para la aprobación de la ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer.

La antropóloga y periodista Irma Alicia Velásquez Nimatuj, excelente y reconocida académica a nivel internacional; María Teresa Zapeta, ex titular de la Demi y hoy en Unifem; Medarda Castro, quien hizo un buen aporte en el trabajo con partidos políticos en la OEA. La revolucionaria, enamorada de Quiché, Silvia Solórzano Foppa, actualmente en el Parlacen; la ex parlamentaria, comandante Lola; Ruth Del Valle, titular de la Copredeh; Lilly Caravantes, al frente de la Sesan; Adelita de Torrebiarte, política con liderazgo; Yoly Pérez, en el gabinete de Seguridad; María Antonieta de Bonilla y Ana de Molina, connotadas funcionarias de Estado. Rigoberta Menchú, premio Nobel; Rosalina Tuyuc, fundadora de Convavigua; Dominga Vásquez, primera alcaldesa indígena, Helen Mack, incansable luchadora contra corriente; y Raquel Zelaya, abanderada de la paz. Todas son valores nacionales.

La lista es interminable; mencionaré otras, Iduvina Hernández y Claudia Samayoa, en temas de seguridad y derechos humanos; las feministas y académicas Ana Silvia Monzón, Walda Barrios y Miriam Maldonado, picando piedra en la Universidad y en ámbitos intelectuales, y recogiendo sus frutos que nos benefician a todas; mis colegas abogadas y notarias: Anabella Morfín, presidenta del Cedecon; Catalina Soberanis, primera presidenta del Congreso; Raquel Blandón, Carmen Lucía Pellicer y las Eugenias, Mijangos, Morales de Sierra y Solís, necias defensoras de derechos de las mujeres y de las necesarias reformas legales.

En el periodismo y en las letras hay excelencia: Carolina Vásquez Araya, Dina Fernández, Carolina Escobar Sarti, Silvia Tejeda, la jovencita Marcela Gereda, y las ambientalistas Magalí Rey Rosa, Rita María Roesch y Martita Pilón. Las médicas del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva, especialmente Myrna Montenegro, Margarita Lucas y Juana Rivas, presidentas de asociaciones de comadronas de Quetzaltenango y Huehuetenango; Andrea Barrios y Sandra Morán, defensoras de excluidas y abandonadas.

Esta lista es inmensa, invito a continuarla en todos los espacios posibles. Somos indispensables, ¡visibilicémonos! ¿Quién dice que en Guatemala no hay liderazgos nacionales?

http://www.prensalibre.com/opinion/Resulta_0_372562777.html

Aspiring Film Directors on Violence Against Women

Action for Women is the YouTube channel for a film competition for aspiring directors on Violence against Women.

Every day, many women around the world are victims of various types of violence, ranging from sexual abuse to mobbing, from domestic violence to stalking to socio-cultural discrimination. Most of this violence is never reported due to shame or fear but it is a social evil.

The Council of Europe and the Italian Chamber of Deputies are involved in an awareness campaign about this problem, a problem that knows no geographic border and leaves no socio-cultural group untouched. The Action for Women competition is part of this campaign.

The winning short film will be awarded with a special screening at the 67th Venice International Film Festival 2010.

Norma Cruz fue electa Personaje del Año 2009

Por Alejandra Álvarez | Prensa Libre

El Consejo de Redacción de este matutino, integrado por los editores de las diferentes secciones, eligió a Norma Angélica Cruz Córdoba como Personaje del Año 2009, por sus logros en la lucha contra la impunidad y los derechos de mujeres y niños.

Después de un profundo análisis y de una lista de personajes destacados en diferentes áreas, que inició en 25 y luego de varias rondas de votación quedó en cinco finalistas —Nineth Montenegro, Carlos Castresana, Ricardo Arjona, monseñor Álvaro Ramazzini y Cruz— esta última fue la ganadora en la votación decisiva.

Méritos

Durante este año, la Fundación Sobrevivientes atendió más de 16 mil 500 casos de violencia y abusos en contra de mujeres. Además, unos 450 expedientes llevados a los tribunales fueron resueltos en los últimos meses por mediación de su oficina legal, que bajo la dirección de Norma Cruz ha brindado acompañamiento desde el 2004 a miles de féminas en todo el país.

Esa labor ha hecho que la activista, quien fue propuesta en el 2005 para recibir el Premio Nobel de la Paz, sea acreedora de diferentes reconocimientos en el ámbito nacional e internacional.

El Premio Nacional de Derechos Humanos Padre Manolo Maqueira —2007—; el cambio de la rosa de la paz, por su lucha contra la violencia hacia las mujeres —2008—, y ese mismo año, el galardón otorgado por el Club de las 25 —mujeres profesionales de España—, forman parte de la lista de galardones.

En el 2009, Cruz recibió el Premio para Mujeres con Coraje, otorgado por la secretaria de Estado de EE. UU., Hillary Clinton, y la primera dama de esa nación, Michelle Obama.

“Fue honrada por sus persistentes esfuerzos por poner fin a la cultura de impunidad, del asesinato y otras formas de violencia contra las mujeres en Guatemala”, expresó Clinton al entregarle el merecimiento.

“Pese al gran riesgo para su seguridad personal, Cruz ha alzado su voz y ha sido extraordinariamente valiente”, afirmó la jefa de la diplomacia de EE. UU. durante la ceremonia, que tuvo lugar en la sala Benjamín Franklin, del Departamento de Estado, seguida de un coctel en la sala Thomas Jefferson.

La defensora de los derechos de las mujeres, quien se emocionó —según confiesa— cuando recibió el premio de manos de Clinton, fue honrada junto a otras siete activistas procedentes de Afganistán, Iraq, Malasia, Níger, Rusia, Uzbekistán y Yemen; en esa ocasión fue la única mujer latinoamericana.

En noviembre último, el diario El País de España la incluyó en la lista de los cien personajes destacados en el mundo.

En carne propia

Lo que motivó a Cruz a ayudar de manera directa a mujeres víctimas de violencia y abusos fue la lucha legal que emprendió para encontrar justicia en el caso de su hija Claudia María, quien fue víctima de violencia sexual de parte de la pareja sentimental de la activista.

Aunque se logró una sentencia condenatoria en el 2002, lo difícil y desgastante del proceso le dejó secuelas difíciles de borrar, confiesa Cruz.

Fue así como, en el 2003, Sobrevivientes comenzó a funcionar como asociación, y actualmente es una fundación.

Sus orígenes

Cruz nació en la Ciudad de Guatemala, en 1962. Su padre era zapatero y su madre trabajaba en casas, como cocinera.

Se crió en el seno de una familia relacionada con el movimiento revolucionario. Recuerda que en la década de 1960 uno de sus tíos participó en grupos insurgentes, durante la época de Augusto Turcios Lima y Marco Antonio Yon Sosa.

“Eso marcó mucho a mi familia, porque sufrimos persecución… las fuerzas de seguridad entraban en la casa, de madrugada, y nos sacaban de la cama”, cuenta.

Otro acontecimiento que marcó la niñez de Cruz cuando tenía 6 años de edad fue la pérdida de su padre, quien murió como consecuencia de un cáncer terminal. Entonces su madre la dejó a ella y a sus dos hermanas bajo el cuidado de su familia paterna.

“Crecimos sin mamá y sin papá, y nuestros tíos nos criaron”, afirma.

Estos acontecimientos propiciaron que Cruz buscara participación dentro de las actividades de la iglesia Católica, y fue así como desde los 13 años comenzó su voluntariado, en Campur, Alta Verapaz, durante las vacaciones escolares. Vivió de cerca los procesos de la teoría de la liberación, en una coyuntura convulsionada por el conflicto armado interno.

“Yo crecí en la zona 1. Mis parroquias eran Santa Marta y Santa Cecilia, con los padres salesianos y la congregación Esclavas del Sagrado Corazón… ellos me marcaron mucho”, refiere.

Durante sus años de estudios secundarios, a finales de la década de 1970, en el Instituto María Luisa Samayoa Lanuza, se convirtió en una de las fundadoras de la asociación de estudiantes de ese plantel; la primera organización formal en que fue dirigente.

“Eso fue cuando secuestraron a Robin García y a Leonel Caballeros, por lo que había una efervescencia en el estudiantado”, relata.

Cuando terminó sus estudios básicos, Cruz decidió dedicarse a la vida religiosa y se incorporó al convento de la Congregación de las Esclavas del Corazón de Jesús; sin embargo, el asesinato de uno de sus tíos y el incendio de la Embajada de España, en 1980, motivaron que se sintiera atraída por el movimiento revolucionario, por lo que se incorporó al Ejército Guerrillero de los Pobres.

En ese proceso de cambio, la activista conoció a Miguel Ángel Hernández Solá, con quien se casó y procreó dos hijos, pero el primero, José David, murió a los 5 meses de edad.

Después de esa pérdida, a Cruz le diagnosticaron cáncer, por lo que estuvo en tratamiento médico durante varios meses, en el Hospital Roosevelt.

Durante ese tiempo su esposo se fue al exilio a Nicaragua, y dos meses después, pese a su enfermedad, Cruz decidió marcharse con él.

En Nicaragua, la activista desarrolló diferentes actividades para poder sobrevivir. “Corté grama, trabajé como costurera, entre otras cosas”, asegura. En esos años nació su segunda hija, Claudia María, pero también se separó de su esposo.

Sola, con su hija, decidió regresar a Guatemala en 1987 y se incorporó a la oficina de servicios múltiples de la Conferencia Religiosa de Guatemala.

Fue así como, desde ese entonces, Cruz inició una participación más activa en organizaciones con enfoque social: en 1991 dirigió la Asociación para la Educación y el Desarrollo, que apoyaba a comunidades de desplazados por la guerra interna; entre 1994 y el 2004 fue asesora de la Unidad de Asentamientos de Guatemala y del Frente de Pobladores de Guatemala.

En esos años también fundó la Casa de Servicios en Derechos Humanos, Agrarios y Laborales, dirigida a la búsqueda de resolución de conflictos.

Trabajo en diferentes áreas

Entre las acciones efectuadas por la Fundación Sobrevivientes el año recién pasado se encuentran las denuncias presentadas en contra de supuestos responsables de tráfico de personas y adopciones irregulares.

Esa entidad calcula que en el país existen más de 500 abogados involucrados en este tipo de ilícitos, pero la cantidad puede ser mayor.

Del 15 al 24 de julio del 2009, el equipo de Sobrevivientes, junto con voluntarios internacionales, participó en una huelga de hambre frente al edificio del Organismo Judicial.

“Fue una medida extrema tomada para sensibilizar a las autoridades en el tema del tráfico de niñas y niños … hay madres que sufren el robo de sus hijos para fines de adopción irregular; ellas piden que sean anulados esos procesos”, señala Cruz.

Entre la labor humanitaria que desarrolla Sobrevivientes están la administración de un refugio para las víctimas de diferentes casos de abuso, uno de los pocos que funcionan en el país, y su lucha por proteger a las madres que han sido víctimas del robo de sus hijos.

De acuerdo con Cruz, la creciente cantidad de asesinatos de mujeres en Guatemala se debe a la pobreza y el incremento del narcotráfico.

Investigaciones efectuadas y análisis presentados por la Fundación concluyen en que los pandilleros matan a las mujeres de las familias de las pandillas rivales, con frecuencia como rito de iniciación, sin mucho temor a represalias legales porque estos crímenes no se denuncian y se investigan con poca frecuencia.

Sobrevivientes ha brindado apoyo a víctimas de esos abusos, ya que dentro del sistema de justicia nacional menos del 3 por ciento de los responsables son procesados.

Ante ese escenario, la Fundación Sobrevivientes y otros grupos sociales que trabajan en defensa de los derechos humanos apoyaron la instalación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala.

Uno de los principales retos del equipo de la entidad es hacer conciencia en las autoridades para que se dé la atención adecuada a los procesos que se llevan en los tribunales de justicia .

“Nuestro principal desafío es no darnos por vencidos y seguir adelante en contra de la impunidad y buscando justicia a favor de las mujeres víctimas de abusos y violencia en este país”, expone Cruz.

http://www.prensalibre.com/pl/2010/enero/03/363513.html

Bullets don’t stop Guatemala green activist

FOREIGN EXCHANGE / L.A. Times

Yuri Melini was shot seven times by an assailant nine months ago. The outspoken champion of environmental causes has made many enemies, and gained recognition too.

By Ken Ellingwood

Reporting from Guatemala City — His stride is an awkward hop, the scars on his abdomen and legs an ugly road map of hurt. Seven bullets tore into Yuri Melini — that much is known.

Dr. Yuri Melini who was awarded the Frontline Protection of Human Rights Defenders Award, is seen in Dublin City Hall, Ireland on May 8.
Dr. Yuri Melini who was awarded the Frontline Protection of Human Rights Defenders Award, is seen in Dublin City Hall, Ireland on May 8.

Harder to figure out is who did it. Melini has a lot of enemies.

Drug traffickers. Midnight loggers. Mining giants. Corrupt military men. Politicians. The 47-year-old Melini has taken on all of them as lead agitator of a Guatemalan environmental advocacy group, the Center for Legal, Environmental and Social Action, or CALAS.

Melini doesn’t seem surprised that police have yet to come up with a solid lead into September’s shooting by a lone gunman. Or that telephone threats and sightings of shadowy men haven’t stopped.

He opts for the bright side. “I’m alive,” Melini says.

If you think it’s not easy being green, try doing it in a place as violent as Guatemala, where environmentalism is often viewed as a radical pursuit and the rule of law remains a distant goal. Speaking out can bring a hit man to your door.

For the last nine years, Melini has spoken out a lot. Using a mix of grass-roots activism, lawsuits and old-fashioned lobbying, his organization tackles issues from illegal logging in protected forests and the impact of a growing mining industry to the supply and cleanliness of water.

Guatemala has plenty of other grave social problems, poverty and inequality among them. But Melini, who gave up his training as a physician to focus on conservation causes, says his environmental work ties into a wider effort to improve life for the powerless, including the country’s large indigenous population.

“There are enough laws — the problem is they are not being applied,” Melini says, as government-supplied bodyguards wait outside his office in Guatemala City, the capital. “It is a matter of awareness and will: raising the awareness of the people and the will of the politicians.”

Big triumphs have been few for CALAS, with a staff of 21 lawyers, engineers, agronomists, sociologists and other experts.

But a major victory came last June, when the group won a Supreme Court of Justice ruling that struck down parts of the nation’s mining law as too lax. CALAS had argued in its legal challenge that the law didn’t adequately safeguard people living near mining operations.

Melini has done battle with oil firms and gone to court to challenge a decision to allow logging in a mountain forest designated for protection.

In addition, he has complained loudly about damage caused by drug traffickers in a vast wilderness in the northern province of Peten, where smugglers fell trees to build secret airstrips and roads. This year, CALAS is to open its first offices in the region, home to some of its toughest fights and most dangerous adversaries.

Such crusades don’t always charm. Melini acknowledges that even some environmentalists consider him too strident. He relies on foreign sources for funding, with most coming from a special environmental program of the Dutch government.

But admirers say Melini is breaking new ground by carrying environmental fights to the courtroom — a tactic that is common in the United States but not in Guatemala or much of the surrounding region. Melini says he wants to create a legal-aid network devoted to environmental issues and to lobby for creating special environment courts.

“Environmental litigation across Central America is still not very common,” said Erika Rosenthal, an attorney for the Oakland-based group Earthjustice. “That kind of advocacy . . . is sorely needed.”

Last month, Melini was honored by the Irish-based human rights group Front Line for his efforts on illegal logging and mining issues. The group cited his attempts to bring attention to attacks on environmental activists. (He counted 128 during two years.)

Melini was ambushed outside his mother’s house Sept. 4 by a gunman who fired from close range. The activist said he lay curled on the ground, awaiting the coup de grace, but the attacker left.

Nine months later, Melini gets around with a walker and faces more surgery. He’s had residency offers from several countries, including Switzerland and the Netherlands, but refused. He figures fleeing Guatemala would serve those behind the attack on him, whoever they are.

“I am like a tree,” Melini says. “They chopped me down, and I’m bouncing back again.”

ken.ellingwood@latimes.com

http://www.latimes.com/news/nationworld/world/la-fg-guatemala-enviro11-2009jun11,0,3203312.story