CONVERSANDO CON LA PSIQUIATRA: Odio hacia las personas por su elección sexual

Opinión | Dra. Ana Cristina Morales Modenesi | crismodenesi@gmail.com

La homosexualidad es la elección de objeto amoroso perteneciente al mismo sexo, hombres atraídos por hombres; mujeres atraídas por mujeres. Hemos observado a través de la historia cómo han sufrido estas personas hasta en la actualidad; y cómo muchas veces en nombre de lo “sano”, lo “bueno”, lo “que debe ser” han sido objeto de vejámenes, torturas, menosprecios, e incluso, atropellos hacia su bienestar como personas y aun son más lamentables los atentados hacia su integridad física, llegando al extremo de actos violentos contra estas personas, que les producen su muerte.

Aun en los países que parecen ser mejor civilizados, con mayor cultura en los valores sociales, de respeto, tolerancia y el aprendizaje de vivir con la aceptación de las diferencias, al parecer existe discriminación e irrespeto hacia estas personas.

La homosexualidad no es una elección voluntaria, así como, no es voluntario que tengamos ojos color café, piel morena, estatura alta o baja. Es una característica más del ser humano y no se encuentra observada desde la perspectiva psiquiátrica como una enfermedad o una perversión. Conforma parte de la expresión de la personalidad de cualquier individuo y por ende, los factores que contribuyen a conformar la identidad de una persona, tales como la genética, lo biológico, lo psicológico y lo social son los mismos elementos que contribuyen al desarrollo de su elección de objeto amoroso.

Si miramos a nuestro alrededor encontraremos muchas personas gays, amigos, amigas, hijos e hijas, hermanos, hermanas, otros familiares cercanos, compañeros y compañeras de trabajo y de vida social. Si nosotras y nosotros anhelamos la aceptación de los demás, ¿por qué discriminar a las personas por el simple hecho de una elección sexual distinta a la esperada socialmente?

Las personas que cursan con profunda antipatía, aversión, repulsión hacia una persona por el simple hecho de ser gay (homófobas), de alguna manera se encuentran cultivando sentimientos de destrucción y agresión. Siendo lo más probable que este tipo de respuesta exacerbada hacia el mundo gay, sea el resultado de propios temores homosexuales latentes.

La sociedad con una cultura machista genera mayor violencia contra la mujer, pero también hacia las personas gays. Contrariamente a lo supuesto, mientras más machismo es esperable mayor homosexualidad latente.

Vinimos a vivir la vida entre otras personas y es necesario el reconocimiento de respeto, tolerancia a las diferencias, tomar en cuenta la dignidad de todas las personas para vivir en armonía, bienestar y paz.

No tratemos de cambiar a los demás, iniciemos un cambio interior que nos permita crecer, o sea madurar. Nos ayude a construir en la vida y a no destruir.

Y como decía un finadito tío: “Cada uno es cada uno y no se metan con cada uno”.

Espero que lo escrito el día de hoy nos ayude a meditar sobre la necesidad de vivir en la diversidad; con el merecido respeto de la orientación sexual de cada persona, de su género, su etnia así como los diferentes niveles socioeconómicos y educativos.

La vida no es fácil y no me canso de repetirlo desde que lo aprendí a cuenta propia; ¿por qué ayudar a complicar la vida de otras personas? Y no actuar de manera constructiva y solidaria.

http://www.lahora.com.gt/notas.php?key=54487&fch=2009-08-27

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