Llamado a los nuevos funcionarios

Olga Villalta / Diario Centroamérica / 20 de septiembre de 2011

El miércoles 14 de septiembre, en un matutino local, cinco representantes de oficinas de Naciones Unidas en Guatemala (Unicef, Oacnudh, ONU-Mujeres,Onusida y Unfpa) publicaron una columna de opinión en la que evidencian cómo en la campaña electoral reciente los temas que tienen que ver con la existencia de abortos en condiciones de riesgo para las mujeres, el acceso a métodos anticonceptivos y la educación sexual no fueron abordados con seriedad y desde la perspectiva de los derechos humanos por las/os candidatos.

El aborto sigue siendo el secreto de miles de mujeres que recurren a él cuando se enfrentan a un embarazo no deseado por violación, por incesto, por falta de información o porque como cualquier ser humana, se equivocó. Se condena a las mujeres que lo hacen, pero no se atacan las causas. Para debatir este problema necesitamos que las/os tomadores de decisiones en el Estado se independicen de las posturas religiosas y asuman por fin que vivimos en un Estado laico.

El aborto es un problema social, de salud y de derechos humanos, y aunque en la campaña electoral muchas/os de ellos utilizaron el imaginario religioso para ganar votantes, al ejercer el poder, la ciudadanía debe exigir de ellas/os seriedad en los compromisos asumidos como país en el ejercicio de los derechos humanos, en este caso de las humanas.

Los avances en la legislación guatemalteca, promovidos en lo fundamental por las organizaciones de mujeres, deben respetarse y hacerse realidad. Debemos entender que es el Estado quien debe crear condiciones para la solución de la salud sexual y reproductiva de las mujeres, logrando así el derecho a una maternidad saludable y voluntaria.

El Estado debe realizar acciones hacia los hombres, no solo en el sentido de la responsabilidad en las funciones reproductivas (son ellos los que tienen hijos regados por todos lados), sino en promover una concepción del ejercicio de la sexualidad basada en los derechos humanos.

La criminalización del aborto obliga a las mujeres pobres a recurrir a personal no capacitado, poniendo en riesgo su salud y vida, además de enfrentarse a la estigmatización de la sociedad, viviendo en silencio su culpa.

Tomo la palabra de las/os funcionarios de Naciones Unidas, quienes nos llaman a “un debate que desafíe a respetar los derechos y libertades inherentes a toda persona”. Las y los funcionarios que asumirán sus cargos en enero (Legislativo y Ejecutivo) deben reconocer que existe una responsabilidad estatal respecto al pleno ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las ciudadanas guatemaltecas.

 

 

Transmisión radial del Encuentro Mesoamericano de Estudios de Género y Feminismo

Esta es la información sobre la transmisión radial del Encuentro Mesoamericano de Estudios de Género y Feminismo que se llevara a cabo en Guatemala esta semana.

Estaran participando nuestras compañeras Ana Silvia Monzón, Walda Barrios, y también habra una ponencia de MIA. Apoyemos y eduquemonos juntos.

La cobertura en vivo al II Mesoamericano podrá seguirla los días 4, 5 y 6 de mayo, desde las 8.30 a.m. por medio de:

el sitio de Radio Internacional Feminista -FIRE o desde la web de Radio Internacional Feminista www.radiofeminista.net

 

Getting ready for USAC – UPDATE

So I missed opening day, but Carlos, Manolo, and Lucia, who facilitated the first three workshops de-briefed me and the classes were a resounding success. And by resounding success I mean applause, standing ovations! Around 50 students all told, and all excited to continue learning about gender roles and violence in Guatemala!

This is incredible! We are getting college students who are hungry to learn more about our work and to get involved with the lucha! Even before class started, Lucia was bombarded with e-mails asking for readings and information to get started. These young people are ready and excited to learn more, and MIA is here to guide them. We have started a journey that is going to be transformative for our students and hopefully for us facilitators too. A very exciting time for MIA!!

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Vineeta Singh is young American college graduate woman who in 2010 worked in Guatemala as an English teacher for a well-to-do private school.  As she learned about the violent reality of Guatemala, particularly for women, Vineeta looked around for activities that she could get involved with. She found this website first then Lucia Muñoz, who welcomed her immediately.  Vineeta quickly embraced the Hombres Contra Feminicidio Campain and soon became a co-facilitator. She returned to Guatemala in February 2011 to work with MIA for 5 months.

Mindi Rodas, QDEP

LA FUNDACIÓN SOBREVIVIENTES MANIFIESTA SU SOLIDARIDAD A LA FAMILIA DE MINDI RODAS, ESPECIALMENTE A SU SEÑORA MADRE Y SU PEQUEÑO HIJO

ANTECEDENTES: Como es del conocimiento de la opinión pública Mindi fue objeto de un atentado contra su vida en el 2009 por parte de su esposo, ocasionándole serias heridas en su rostro, acción ejercida en algunos lugares desde tiempos antiguos para aislar a la mujer de la sociedad. Constituyéndose esta practica en una aberración y un total acto de menosprecio a las mujeres.

A pocos meses de acontecido este hecho, Mindi llego a nuestras oficinas a solicitar apoyo legal para llevar ante la justicia a su agresor, ya que él se encontraba gozando de libertad al haber tipificado el juez como lesiones la agresión sufrida y, concederle una medida sustitutiva de Q1,000.00. El origen de esta agresión fue la solicitud de Mindi de una pensión alimenticia para su pequeño hijo.

Al asumir la Fundación Sobrevivientes el caso, se procedió a solicitar el cambio de tipificación del delito por femicidio en grado de tentativa, proceso en el cual se nos unió la Defensoría de la Mujer Indígena -DEMI-. Posteriormente se recusó al juez ya que éste en un medio de comunicación escrito emitió opinión sobre el caso y los hechos acontecidos; tratando de justificarlos. Quedó evidenciada la posición prejuiciada que se tenía de Mindi y por lo tanto se preveía que no se iba a alcanzar justicia. El caso se trasladó a Jutiapa y se programó el juicio para el 16 de junio de 2011; dos años después de acontecido el hecho.

Simultáneamente, por parte del equipo de la Fundación, se le brindó apoyo psicológico. Posteriormente esta atención fue proporcionada a través de una profesional externa.

Así mismo, al salir a luz pública el caso, se presentaron varios ofrecimientos para la reconstrucción de su rostro; tanto por parte de profesionales nacionales que ofrecieron hacerlo de forma solidaria, como de profesionales mexicanos. Mindi se entrevisto con cada uno de ellos; cada quien le explicó el procedimiento a realizar y las opciones existentes tomando en cuenta varios aspectos. Fue ella quien decidió viajar a México para someterse al tratamiento de reconstrucción facial. Esto acontece en el mes de enero del 2010 aproximadamente, con el apoyo de: La Primera Dama y de las autoridades del mexicanas.

Durante su estadía en la hermana República de México, Mindi mantuvo comunicación permanente con su familia y con la Fundación; las autoridades guatemaltecas diariamente reportaban el desenvolvimiento del proceso. Cabe señalar que todo esto fue difícil para Mindi porque no solo presentaba un cuadro de stress post-traumático, sino otras afectaciones, que no podían ser superadas sin un tratamiento sistemático.

Mindi decidió regresar a Guatemala, antes de terminar el proceso de reconstrucción facial. Decisión que respetamos. Porque siempre mantuvimos la idea de que: Sí bien a ella le habían mutilado su rostro, no le habían mutilado sus capacidades de toma de decisión, ni su amor a la vida, a la libertad.

Posterior a su llegada nos vimos en la necesidad de solicitarle que estuviera en el albergue (espacio que la Fundación brinda en determinados casos a nuestras usuarias) para poder cuidar de sus heridas, para evitar infecciones, ya que se requería de curaciones diarias.

En el mes de julio, por venir su cumpleaños, ella planteó que quería pasarlo en su comunidad y que deseaba salir del albergue. Como la estadía es voluntaria y no podemos retener a nadie contra su voluntad; tras hacerle una celebración en la Fundación, se le trasladó a su casa, habiendo coordinado con el centro de salud de la comunidad para que recibiera las curaciones que aún quedaban pendientes. Es de mencionar que en su momento Mindi no aceptó el estatus de testigo protegida pues esta situación implicaba limitaciones para su movilidad y vida personal.

Tratamos, en la medida de nuestras posibilidades, de brindar el acompañamiento a su mamá y a su pequeño hijo; quien estaba bajo el cuidado de su abuelita. La última comunicación la tuvimos aproximadamente a finales de noviembre, en donde le reafirmamos que el apoyo continuaba para el proceso de reconstrucción de su rostro, para lo cual se estaban considerando opciones en el país.

Como Fundación siempre tuvimos claridad que aparte del proceso legal, teníamos que apoyar a Mindi en la parte de reconstrucción de su rostro para que pudiera tener verdaderas opciones de vida. Con su puño y letra ella empezó a escribir su historia y lo que ella proyectaba hacia adelante. Mindi, a través de compartir su testimonio, encontró una forma de ayudar a otras mujeres para que se animaran a romper el silencio.

Cada una de las actuaciones por parte de Fundación Sobrevivientes esta documentada. La Fundación brinda el apoyo a solicitud de la víctima o sus familiares, apoyamos hasta donde ellas lo permiten; y toda participación pública es con su pleno consentimiento. No percibimos ningún beneficio económico, al contrario, cada caso requiere de toda una inversión, que gracias al apoyo de nuestros donantes es posible, porque todo el servicio es totalmente gratuito.

SITUACIÓN ACTUAL:

Mindi salió de su casa el día 17 de diciembre. Al final de la tarde tuvo la última comunicación, manifestando que se encontraba bien. El día 18 su familia trató de comunicarse pero ya no contestó el teléfono. De acuerdo a lo narrado por su familia, trataron de establecer con conocidos si la habían visto; acudieron a presentar la denuncia a la sede del Ministerio Público de Cuilapa y con la Policía Nacional Civil.

El 17 de enero se apersonaron a la morgue del INACIF de la ciudad capital e identifican su cadáver, el cual se encuentra sepultado como XX en el Cementerio la Verbena. De acuerdo a los informes policiales su cuerpo apareció el 18 de diciembre a las 8 A.M. en la zona uno de la ciudad capital. Desconocemos porqué se encontraba en la ciudad.

Es hasta el 17 de enero que la mamá de Mindi, acompañada de representantes de la Defensoría de la Mujer (de la Procuraduría de los Derechos Humanos), llega a la sede de la Fundación y nos informa de lo sucedido. Desde ese momento Fundación Sobrevivientes coordina acciones con el Ministerio Público; estamos ya constituidas como querellantes adhesivas.

Esperamos contar con el apoyo de la población guatemalteca para avanzar en las investigaciones que nos lleven a los responsables, pues a Mindi le quitaron la vida con violencia, con la misma violencia con que la que le quitaron su rostro. La asesinaron por su condición de Mujer.

El debate por el intento de femicidio se mantiene, su muerte no tiene porque afectar el proceso. Lamentamos profundamente que Mindi no haya logrado ver la justicia. Ella esperaba con ansias ese día.

Nos disculpamos por no habernos pronunciado antes, pero necesitábamos priorizar las investigaciones y el acompañamiento a su mamá y su hijito, y, además, estamos sumamente afectadas, ha sido un inicio de año muy duro por las vidas que la violencia ha quitado.

Guatemala, 22 de enero del 2011

¡Digamos si a la vida, No a la Violencia!

Fundación Sobrevivientes

12 calle 11-63 zona 1 Ciudad de Guatemala

PBX: (502) 22304222-22519931-22327967


PUEDE LEER MAS ACERCA DE MINDI ACA:

Nota sobre su situacion: https://miamericas.org/2009/11/01/y-cuando-despertosu-rostro-ya-no-estaba-alli

Video sobre Mindi: https://miamericas.org/2010/10/06/mindys-nightmare-video

Opinión: Resulta que…

Hoy quiero rendir tributo a las mujeres constructoras de patria. Solo referiré los nombres de algunas, mencionarlas a todas y decir sus méritos requeriría escribir libros, sin pensar en las heroínas anónimas.

ILEANA ALAMILLA

Zury Ríos ha liderado la agenda de salud de las mujeres, Nineth Montenegro abandera los temas de fiscalización que han puesto en aprietos a muchos(as), Roxana Baldetti ha sabido conducir a su bancada con firmeza y ha posicionado su agenda partidaria, Anabella De León, otra política aguerrida. La oficialista Mirza Arriaga, presidenta de la Comisión de la Mujer, quien junto a las otras miembras de esa sala impulsó una acción inédita al viajar a todos los departamentos a socializar la legislación con autoridades y organizaciones, como contribución a que se respeten los derechos de sus congéneres.

Rosa María de Frade, con un excelente desempeño; Otilia Lux levantó la agenda de los derechos de la población indígena, especialmente de las mujeres.

Lo anterior, solo por citar algunas de las naves insignias que nos enorgullecen. Las parlamentarias lograron unirse para la aprobación de la ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer.

La antropóloga y periodista Irma Alicia Velásquez Nimatuj, excelente y reconocida académica a nivel internacional; María Teresa Zapeta, ex titular de la Demi y hoy en Unifem; Medarda Castro, quien hizo un buen aporte en el trabajo con partidos políticos en la OEA. La revolucionaria, enamorada de Quiché, Silvia Solórzano Foppa, actualmente en el Parlacen; la ex parlamentaria, comandante Lola; Ruth Del Valle, titular de la Copredeh; Lilly Caravantes, al frente de la Sesan; Adelita de Torrebiarte, política con liderazgo; Yoly Pérez, en el gabinete de Seguridad; María Antonieta de Bonilla y Ana de Molina, connotadas funcionarias de Estado. Rigoberta Menchú, premio Nobel; Rosalina Tuyuc, fundadora de Convavigua; Dominga Vásquez, primera alcaldesa indígena, Helen Mack, incansable luchadora contra corriente; y Raquel Zelaya, abanderada de la paz. Todas son valores nacionales.

La lista es interminable; mencionaré otras, Iduvina Hernández y Claudia Samayoa, en temas de seguridad y derechos humanos; las feministas y académicas Ana Silvia Monzón, Walda Barrios y Miriam Maldonado, picando piedra en la Universidad y en ámbitos intelectuales, y recogiendo sus frutos que nos benefician a todas; mis colegas abogadas y notarias: Anabella Morfín, presidenta del Cedecon; Catalina Soberanis, primera presidenta del Congreso; Raquel Blandón, Carmen Lucía Pellicer y las Eugenias, Mijangos, Morales de Sierra y Solís, necias defensoras de derechos de las mujeres y de las necesarias reformas legales.

En el periodismo y en las letras hay excelencia: Carolina Vásquez Araya, Dina Fernández, Carolina Escobar Sarti, Silvia Tejeda, la jovencita Marcela Gereda, y las ambientalistas Magalí Rey Rosa, Rita María Roesch y Martita Pilón. Las médicas del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva, especialmente Myrna Montenegro, Margarita Lucas y Juana Rivas, presidentas de asociaciones de comadronas de Quetzaltenango y Huehuetenango; Andrea Barrios y Sandra Morán, defensoras de excluidas y abandonadas.

Esta lista es inmensa, invito a continuarla en todos los espacios posibles. Somos indispensables, ¡visibilicémonos! ¿Quién dice que en Guatemala no hay liderazgos nacionales?

http://www.prensalibre.com/opinion/Resulta_0_372562777.html

ELOGIO A LA MUJER BRAVA

Por Héctor Abad

Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas.

A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.

La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran “no más usted me avisa y yo le abro las piernas”, siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).

A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.

Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.

Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.

Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas.. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento. ¡Vamos hombres, por esas mujeres bravas!

Oro por que mis 2 hijas sean de éste maravilloso grupo y encuentren hombres que sepan apreciar a esta clase de nuevas mujeres!!!

“ELOGIO A LA MUJER BRAVA” Para quien no lo sepa, Héctor Abad nació en Colombia en 1958 y se recibió en Literatura moderna en Italia. Regresa a Colombia en 1987 cuando un grupo paramilitar asesina a su padre (médico defensor de derechos humanos y fundador de la que ahora es la facultad de medicina), pero vuelve a Italia por amenazas recibidas. Regresa en 1993, aproximadamente, y en la actualidad reside en Bogotá.

Violencia contra mujeres crece 4% tras Ágatha

Estudio toma de muestra a mujeres de 10 departamentos. Análisis señala que antes de la tormenta, el 22.5% sufría de algún tipo de violencia, después, subió a 26.1%.

Wendy Moctezuma: wmoctezuma@sigloxxi.com

DATOS. Catalina López, Leonor Calderón, Sonia Escobedo y Olinda Xocop, representantes de las organizaciones presentan el informe sobre la violencia contra las mujeres. Foto: Félix Acajaabón/S.21

DATOS. Catalina López, Leonor Calderón, Sonia Escobedo y Olinda Xocop, representantes de las organizaciones presentan el informe sobre la violencia contra las mujeres. Foto: Félix Acajaabón/S.21

El informe preliminar de evaluación del impacto en los medios de vida de las mujeres afectadas por la tormenta Ágatha, realizado por la Secretaría Presidencial de la Mujer (Seprem), con el apoyo de Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), evidencia que las mujeres de 30 municipios en 10 departamentos, sufren 4% más de violencia en comparación a la cifra obtenida antes del fenómeno climático.

La titular de la Seprem, Sonia Escobedo, informa que antes de la tormenta, la violencia contra la mujer estaba cifrada en 22.5%, pero después aumentó a 26.1%, en aspectos físicos, psicológicos y emocionales en los departamentos donde la tormenta causó mayores estragos, como Chimaltenango, Sololá, Quiché, El Progreso y Suchitepéquez,  entre otros.

Escobedo lamenta esta situación, ya que “no existen programas que eviten estas situaciones de riesgo”, por lo cual se busca que dentro del Plan de Reconstrucción con Transformación puedan designarse fondos para capacitar a las mujeres para que no dependan de un cónyuge, por medio de la reactivación económica, talvez con algún negocio.

EN CIFRAS: 7% de hijos de víctimas de la tormenta Ágatha no retomaron sus estudios, lo que catalogan de violencia económica.

Abandonaron la escuela

El estudio también arroja que el 7% de los hijos de las víctimas no habían podido retomar sus estudios. Según las encuestas, el 40% de niños estudiaba antes de la tormenta; después, sólo el 33.1%.

Estas cifras de violencia económica, según la representante UNFPA, Leonor Calderón, no deberían de darse y podrían ser eliminadas con programas de desarrollo social que realmente busquen alternativas para que las mujeres puedan sobresalir en forma autosostenible. “Hay que apostarle a programas que fortalezcan la labor de la mujer y las ayude n a desarrollarse”, indica.

http://www.sigloxxi.com/nacional.php?id=21725

LIBRO: No olvidamos ni aceptamos: Femicidio en Centroamérica 2000-2006

No olvidamos ni aceptamos: Femicidio en Centroamérica 2000-2006

Ana Carcedo, Coordinadora.


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Introducción

La escalada de homicidios1 de mujeres que se vive en Centroamérica, particularmente en El Salvador, Honduras, Guatemala y, -en menor medida-, República Dominicana, así como la crueldad con que estas muertes son ejecutadas, plantean una serie de interrogantes que aún no son respondidos. Denunciadas inicialmente por las organizaciones feministas y en general por el movimiento de mujeres, la preocupación por estas muertes se ha extendido a otros sectores, en particular a las organizaciones de derechos humanos, los gobiernos de la región y los organismos internacionales.

El ensañamiento con que muchas de estas muertes de mujeres son cometidas muestra que no se trata de homicidios casuales o producto de encuentros esporádicos. La crueldad deja entrever la existencia de relaciones cargadas de contenidos y significados. Expresa en ocasiones un odio misógino, en otras la necesidad de borrar las huellas del vínculo entre la mujer y su victimario o la urgencia por borrar la identidad misma de la mujer. Se trata de un lenguaje que es necesario descifrar si queremos detener las muertes de mujeres y en particular esta escalada que estamos viviendo en la región.

Los homicidios de mujeres, y en particular los femicidios, ocurren y han ocurrido en todas las sociedades y en todos los tiempos. Sin embargo, como comprobamos a lo largo de esta investigación, asistimos a un trágico fenómeno inédito en la región, al menos en la historia reciente. Se trata de una escalada de homicidios de mujeres que parece no tocar techo y que es, por otra parte, de origen reciente. En menos de una década Guatemala, Honduras y El Salvador duplican sus tasas de homicidios de mujeres, despegándose de un nivel histórico que parece haber sido común a todos los países de la región.

Esta situación nos enfrenta al reto antes que nada ético de detener esta carrera mortal. Y por eso también nos exige reacciones rápidas y certeras, para impedir que esta escalada eche raíces y logre instalar en forma definitiva las dinámicas que la alimentan. De lo contrario, los escenarios que favorecen estas muertes se enraizarán en el entramado social, los actores que las causan encontrarán sus espacios y formas de sobrevivencia, y las lógicas de muerte se harán cada vez más complejas y difíciles de erradicar.

Esta investigación intenta aportar en este sentido. Plantea algunas preguntas necesarias para entender este problema, y trata de dar respuestas, aunque son muchos los interrogantes que siguen abiertos. No hay duda de que se trata de una escalada de homicidios, pero ¿es también una escalada de femicidios? Es decir, este aumento desmedido de muertes violentas e intencionales de mujeres ¿es parte de una violencia generalizada o es expresión particular de la condición de subordinación que las mujeres vivimos en la sociedad? ¿Qué está generando esta escalada? ¿Por qué ahora? ¿Por qué se da en Guatemala, El Salvador y Honduras pero no en Costa Rica, Panamá o Nicaragua? ¿Será que en estos países no se da aún? Y sobre todo ¿cómo podemos actuar como sociedades, y cómo pueden actuar los Estados para en forma inmediata detener esta escalada? ¿Se podrá hacer algo en este sentido o la batalla está perdida?

Para responder estas preguntas se requiere ir más allá del conteo de homicidios de mujeres. Es necesario conocer quiénes eran estas mujeres, quiénes sus victimarios, los contextos en que se movieron y relacionaron, las circunstancias en que las mataron.

Hemos construido para esta investigación el concepto de escenario de femicidio para saber si aquellos homicidios que son femicidios responden a las relaciones y contextos de poder y control masculino -la pareja, la familia, el ataque sexual- presente en todas las sociedades, o si bien han surgido nuevos contextos y dinámicas regionales que favorecen esta forma extrema de violencia contra las mujeres. Y de ser así, cuánto de la escalada de homicidios se debe a la aparición de estos nuevos escenarios.

Para analizar con mayor profundidad estos escenarios de femicidio, así como algunas respuestas estatales y sociales frente a ellos, se han desarrollado en esta investigación 9 estudios de caso que permiten tener un mejor panorama del contexto regional en que se da esta escalada de muertes de mujeres. Estos  estudios de caso conforman la segunda parte de esta publicación. Algunos de estos estudios cualitativos se refieren a femicidios ocurridos después de 2006. La razón es que se trata de casos particularmente ilustrativos sobre la forma en que operan algunos escenarios. Esto permite conocer mejor el trasfondo detrás de la escalada de femicidios en la región, ya que estos escenarios están operando al menos desde inicio del siglo.

Lamentablemente no todas las preguntas pueden ser hoy respondidas con la información disponible. Y algunas respuestas que aventuramos carecen de la precisión que quisiéramos por la misma razón. La falta de información se levanta como el mayor obstáculo para conocer mejor este problema y por tanto para poder enfrentarlo en forma adecuada y efectiva. Esta deficiencia no es de carácter simplemente académico. La razón fundamental por la que no contamos con la información necesaria es la falta de investigación policial y judicial en gran parte de estos homicidios. Esto impide que se haga justicia en cada muerte femenina particular que no se investiga, y obstaculiza la identificación de acciones que podrían garantizar la seguridad de las mujeres.

Los problemas de información no pueden detenernos ni a las investigadoras, ni a los estados y a las sociedades, en el necesario y urgente camino de entender mejor qué está pasando y actuar en forma eficiente para cambiar el curso de los acontecimientos. Los datos que esta investigación recoge, y los que aquí se ofrecen, deben ser entendidos como una aproximación al problema, y desde una perspectiva histórica, como provisionales. Continuamente sale a luz nueva información que aumenta las estadísticas y aclara dudas, y esto hace variar las cifras, porque la vida, la muerte y la violencia no se dejan encerrar en un cuadro estadístico petreamente concluido2. Sin embargo, la abundancia de información rescatada, a pesar de los vacíos, así como la persistencia de ciertas tendencias que algunos datos muestran en esta investigación, son suficientes para extraer conclusiones valiosas. Se trata de leer este documento considerando que tanto los datos estadísticos como los análisis cualitativos que se presentan conforman la radiografía que, en relación al femicidio en la región, se ha podido tomar en los años en que se ha desarrollado este estudio.

Justo es señalar que desde que se inició esta investigación, las autoridades de la mayoría de los países incluidos en ella han tomado conciencia de la necesidad de definir e implementar una política de investigación y registro adecuada. En algunos se han creado comisiones y en ocasiones instancias judiciales especiales, se han redefinido categorías, se han diseñado formas de registro, o en general se han implementado acciones que indican un mayor interés sobre este grave problema. Son avances que hay que celebrar, y que es necesario consolidar en políticas permanentes, ya que muchas veces son conquistas frágiles3. Solo prosiguiendo en este sentido se podrá demostrar que en nuestros países sí importa este problema y no es la falta de voluntad política lo que impide que se enfrente en forma eficiente.

Con esta investigación esperamos, en el aspecto académico, dejar el camino abierto para seguir profundizando en torno a los femicidios, los homicidios de mujeres y su escalada en Centroamérica y República Dominicana. Los hallazgos que aquí se presentan son, además, valiosos insumos para definir políticas, así como para diseñar acciones concretas dirigidas tanto a prevenir como a investigar, perseguir y sancionar el femicidio en la región.

1 Salvo que se indique lo contrario, se utiliza en este estudio el término homicidio en un sentido general, como toda muerte violenta e intencional que una o unas personas provocan a otra. Cuando se requiera se utilizarán los tér- minos jurídicos correspondientes a los tipos incluidos en los Códigos Penales de cada país.

2 Usualmente distintas fuentes oficiales tienen diferentes datos sobre los homicidios cometidos en un país en un mismo año. Aunque pudiera esperarse y desearse lo contrario, las cifras oficiales sobre estos delitos no están siempre claramente establecidas. De hecho en esta investigación las investigadoras de la mayoría de los países encontraron un número mayor de homicidios de mujeres que los establecidos en algunas fuentes oficiales.

3 Lo que se ha podido comprobar con el golpe de Estado en Honduras el 28 de junio de 2009; la Fiscalía de la Mujer fue disuelta y los homicidios de mujeres dejaron de ser tratados como especiales y volvieron a investigarse como delitos comunes.

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