Opinión, Diario La Hora, Guatemala / Viernes, 05 de Marzo de 2010 / Ing. Raúl Molina Mejía / rmolina20@hotmail.com
http://www.lahora.com.gt/notas.php?key=63537&fch=2010-03-05
Cedo la palabra a mi hijo, Pablo Molina Toledo, para hablar de las luchas de la mujer: “La igualdad de género y el desarrollo de Guatemala. La sociedad guatemalteca está enferma. Hay grandes problemas cuya solución requiere enormes esfuerzos. La destrucción de nuestros recursos humanos, naturales y culturales ha llegado a proporciones extremas, provocando los problemas que hoy vivimos, por ejemplo, miseria, pandillas, corrupción, violencia y degradación de nuestra calidad de vida. Para combatir el racismo, la discriminación y la desigualdad económica, necesitamos imaginación, voluntad, determinación y cambio de mentalidad. Necesitamos también la verdadera igualdad entre los hombres y las mujeres.”
“Es motivo de vergüenza que Guatemala ocupe el puesto111 entre 134 países en el Índice de Disparidad entre Géneros del Foro Económico Mundial. Compartimos con países como Nigeria (108), con 25% de las mujeres víctimas de mutilación genital femenina; y la India (114), donde hay lugares en que un hombre puede desfigurar a una mujer si siente que fue agredido su honor. Con las estadísticas de nuestro país, nuestro puesto no es sorpresa. En Guatemala, demasiadas mujeres son asesinadas, 708 en 2009, mostrando muchas señales de violación y tortura; otras son encontradas desmembradas o cortadas en pedazos. El año pasado, Mindy Rodas, en Santa Rosa, sobrevivió varias puñaladas; pero despertó sin rostro.”
“La falta de seguridad para las mujeres ha dado origen al femicidio, y la total impunidad de ese crimen incrementa su ocurrencia, por lo que el Estado tiene gran responsabilidad. El problema sólo lo podemos enfrentar con un cambio de mentalidad. Esta violencia contra nuestras compatriotas -madres, hermanas e hijas- es aplicada por nosotros los hombres. La actitud de los hombres impacta a la mujer: somos quienes hacemos chistes o comentarios sexistas, quienes golpeamos a nuestras parejas, quienes violamos niñas y mujeres, a veces en la propia familia. Esta omnipresente cultura patriarcal y machista es la que nos ha conducido a los actuales niveles de violencia contra la mujer.”
“No todos los hombres cometemos estos actos; pero tenemos todos la responsabilidad de actuar para que cesen. Es injusto que la mujer tema por su seguridad física fuera de casa, o en el mismo hogar, y que el Estado no pueda protegerla. Los hombres, quienes hemos tenido más privilegios y más posibilidades de cambiar las cosas, debemos terminar con este círculo de violencia, ponernos al lado de las mujeres y luchar junto a ellas para lograr la igualdad de género. Hay que pugnar dentro de nuestras familias, círculos de amigos y otros ambientes para reconocer la dignidad de la mujer. Esto pasa por la educación de los hombres, para ser aliados en la lucha por la seguridad física y, más aún, generar una nueva mentalidad. Cambiar de mentalidad es difícil para quienes somos adultos; pero la niñez no está obligada a crecer igual. Valoramos el trabajo que hace Mujeres Iniciando en las Américas (MIA), sensibilizando y educando a miembros de la Policía Nacional Civil y a estudiantes de la Usac, así como su presencia en las escuelas primarias, donde enseña que otra sociedad es posible.”
Agradezco a Pablo sus aportes e insto a escucharlo y a apoyar las luchas de las mujeres.
Pablo Esteban Molina reside en Montreal, Canadá y actualmente esta cursando estudios en la Universidad Concordia. Desde el año 2008 desempeña el trabajo de subsecretario de Asuntos de la Mujer para la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala.