Mujeres contra mujeres

Opinión | CONVERSANDO CON LA PSIQUIATRA

Dra. Ana Cristina Morales Modenesi | crismodenesi@gmail.com

Este es un tema que se vive en la cotidianidad, sin embargo, no se toca de manera que se busque su entendimiento y abordaje. Con frecuencia oímos expresiones de que una mujer prefiere tener amigos y compañeros de trabajo que compartir con otras mujeres. “De otras ni me hablen, yo prefiero vivir sin amigas, que con problemas”.

La rivalidad femenina es una realidad al igual que la masculina, sin embargo, los hombres poseen a la sociedad a su favor. Debido a que convivimos en un sistema cultural en el cual lo masculino es más valorizado. Aunque, esto puede aún no ser apoyado por muchas personas. Lo cual es entendible, ya que, nacimos, crecimos y nos desarrollamos en esta cultura y por ende nos resulta tan natural.

Sin embargo, veamos algunos ejemplos: las mujeres competimos en el ámbito profesional con la desventaja de no ser reconocidas tan fácilmente. En medicina por ejemplo a las mujeres médicas en los hospitales les dicen: seños, mientras a los hombres, médicos o enfermeros les dicen, doctores. A la mujer en el ámbito de trabajo, en más de una ocasión, se espera que cumpla a cabalidad con el mismo y tal vez con un poquito más. Por el bien de la organización, por el bien de la gente, por el bien del país. De la mujer la sociedad no tiene como expectativa que sea exitosa profesionalmente y/o económicamente. Si lo es, qué bueno. Pero estos son adornos adicionales, lo que se espera es que la mujer sea madre y esposa.

Hablando de mujeres sin profesión, en el trabajo del campo, su remuneración ha sido menor que la de un hombre por una misma tarea realizada. Y de esta manera podríamos expresar invariables ejemplos.

Las mujeres desean ocupar un lugar en la vida social. Algunas veces, se mal ubican en estereotipos “de buena o mala mujer”. Todo con el fin de congraciarse y ser aceptadas, pero también, por su educación cultural enraizada a lo que se refiere ser mujer. Cada uno de estos estereotipos, tiene sus consecuencias negativas dentro de su calidad de vida y en su autoestima.

No existen buenas o malas mujeres per se. Se ha dicho, de las malas mujeres, quienes se atreven a apropiarse de su cuerpo y de su sexualidad. Pero, ojo, si seguimos el jueguito de la cultura patriarcal. Las mujeres corremos el riesgo de solo vernos como cuerpo y lo más deprimente, un cuerpo para otros.

Nuestra autoestima ha sido descrita como pandémicamente baja. Esto es un factor relevante en la rivalidad entre nosotras las mujeres. Porque si yo no me siento bien conmigo misma, cualquier situación que difiera o sea vista como llamativa en otra mujer. Cada cualidad diferente: el carisma, la inteligencia, la posición social, la belleza, la posición laboral, su estado civil, la presencia de hijos o no, la juventud, la madurez y así podríamos continuar…. Se convierten en motivos para ser antagonistas las unas vs. Las otras.

Todo lo anterior podría ser objeto de celos, envidias y malestar en la relación entre mujeres. De tal forma que una mujer en competencia rival trata de descalificar, criticar y expresarse mal de otra. Esto también nos duele, ya que ser mujer es difícil, pero podría ser más fácil sí unas a otras buscáramos mantener una conducta diferente hacia nuestro género.

Todo lo contrario a la rivalidad entre mujeres es la amistad, la solidaridad (sororidad). La relación constructiva, que nos desea el bien, y honesta entre nosotras las mujeres que contribuye al fortalecimiento de nuestra autoestima y a nuestro desarrollo personal. A sentirnos acompañadas en la adversidad, a que podamos contar con confidentes y con manos amigas; y que de manera genuina comprendan lo que nos pasa. Ya que compartimos de manera común, los mismos problemas.

http://www.lahora.com.gt/notas.php?key=74359&fch=2010-10-06

Mindy’s Nightmare Video

From: noticias.nl
Subject: vídeo testimionio Mindy
To: miamericas.info
Date: Tuesday, October 5, 2010,

Estimadores editores y miembros del sitio Mujeres Iniciando en las Americas, en lazo con el articulo que publicaron el primero de noviembre 2009, hemos
realizado un reportaje con el testimonio de Mindy.

Queremos compartir nuestra producción, la pueden publicar en su sitio internet si lo desean.

http://www.laruta.nu/es/video/la-pesadilla-de-mindy

Aquí es disponible el vídeo con subtitulos ingleses:

https://www.youtube.com/watch?v=JnGcwyVgvUc

con subtitulos franceses
https://www.youtube.com/watch?v=I6fJuPeE9JI

Quizás este vídeo sobre las condiciones de vida de las mujeres en el penal de Sensuntepeque en El Salvador les puede interesar también,

http://www.laruta.nu/es/video/detras-de-las-rejas-en-el-salvador

Pertenecemos a la Agencia de Prensa independiente Noticias.nl de Amsterdam, Países Bajos (http://www.noticias.nl) En estos momentos realizamos un proyecto  llamado LA Ruta en el cual informamos sobre los temas mencionados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM’s) desde una perspectiva de la sociedad civil y movimientos sociales. Hemos realizado un viaje por México y Centroamérica publicando una serie de
artículos, reportajes y vídeos en nuestro sitio web (http://www.laruta.nu).

Saludos Fraternales
www.noticias.nl
www.laruta.nu

¿Y LAS NIÑAS QUÉ?

OPINION | Diario de Centroamerica | 5 de Octubre de 2010 | Olga Villalta

¿por qué la resistencia a utilizar un lenguaje e imágenes incluyentes? ¿Qué cuesta decir infancia o niñez y utilizar imágenes de ambos sexos? Será tan difícil para las empresas publicitarias encontrar personas creativas que inventen figuras atractivas para la niñez, más acordes con el respeto a los derechos humanos, en este caso de la niñez.

Hojeando los periódicos en búsqueda de un tema de interés nacional, saltan a mis ojos la diversidad de anuncios relacionados al día de la niñez. Una fundación felicita a niños y niñas. Sin embargo se denomina a sí misma Proniño.  El zoológico felicita a los “niños” en su día. Una compañía de refrescos indica “feliz Día del Niño”. Una pastelería utiliza la frase: “Jamás olvidará el día que fue el rey de la selva” con la foto de un niño. Otra propaganda indica “Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro” (cita de J. F. Kennedy) y a continuación ofrece descuentos para celebrar el “Día del Niño”. Una droguería presenta su producto con la siguiente frase: “Cuidemos a nuestros niños como si todos los días fuera su día”. Una fábrica de ropa indica “Siempre serás nuestro consentido ¡feliz Día del Niño!”. Una empresa de comida rápida indica en su anuncio: “Celebrando la alegría de ser niño”. Una cadena de tiendas presenta su producto con la frase: “feliz Día del Niño”.  Una empresa de ropa utiliza la frase: “Cuando sea grande quiero seguir siendo niño”. Un centro comercial se anuncia diciendo: “Feliz Día del Niño”. Me exaspero y pregunto, ¿dónde están las niñas?

Reconozco que hay un avance en algunos anuncios, al ilustrar los mismos con imágenes de una niña y un niño. Sin embargo, en uno de ellos la niña viste una blusa decorada con princesas y el niño con un superhéroe.

Me da tristeza que las niñas sigan relegadas al segundo plano en la publicidad. Me pregunto, ¿por qué la resistencia a utilizar un lenguaje e imágenes incluyentes? ¿Qué cuesta decir infancia o niñez y utilizar imágenes de ambos sexos? Será tan difícil para las empresas publicitarias encontrar personas creativas que inventen figuras atractivas para la niñez, más acordes con el respeto a los derechos humanos, en este caso de la niñez. No se dan cuenta de que esta manera de ver el mundo es discriminatoria de la mitad de la población. Nuevamente me pregunto: ¿Acaso no se pueden utilizar íconos incluyentes como el cuidado de la naturaleza, el aire, el agua, las nubes? Hoy tanto las mujeres como los hombres tienen acceso a una diversidad de trabajos y roles sociales. Por lo tanto, esos son los que deberían estar en el imaginario cultural, y no imágenes anquilosadas con un mensaje de pasividad para las niñas y de acción para los niños.

Una frase que me llama la atención: “Ser un niño es ser feliz”. ¿Realmente la infancia es la época más feliz de la vida? ¿Cuánta población infantil no tiene acceso a alimentos, juguetes, libros y sobre todo a la dedicación de sus progenitores? Son pocas/os las niñas y niños que vienen al mundo por deseo explícito de quienes los engendran o conciben y por ello son vividos como una carga. Esa es la realidad que vive la mayoría de la niñez guatemalteca. No puedo decir que esta sociedad ama a la niñez, cuando ignora a las niñas.

Fighting Femicide in the Americas

Editor’s Note: This is the second of two articles about resisting femicide in the US-Mexico borderlands and the Americas

In a room hidden away in the basement floor of a campus building, gut-wrenching  images greeted visitors. A “life-size collage” constructed like a statue projected women’s faces, missing persons posters, death masks and other snapshots of sexual violence. Nearby, a poster of a skeleton and blind-folded girl depicted the “duality” of femicide (also known as feminicide) in the form of a victim coming back to life to give a potential victim advice. The works of art were products of New Mexico State University (NMSU) students and staff.

“We just wanted to show (people) what femicides looked like,” said student and collage creator Johana Bencomo. Jose Montoya, a retention adviser for NMSU’s College Assistance Migrant  Program, added that  his art  was meant to encourage people to visualize and think about femicide, the killing of women based on gender,  as the “most extreme form of violence against women.”

The collage and poster were appropriate if disturbing backdrops to a recent presentation of a ground-working book at NMSU’s main Las Cruces campus.  Terrorizing Women: Femicide in the Americas, is a book that examines women’s murders in Mexico, Central America and South America. Its chapters tell the personal stories of  victims and their relatives, delve into femicide theories, portray the cross-border anti-violence movement, and explore the notion of transnational justice.

Published by Duke University Press, the new book is co-edited by Dr. Cynthia Bejarano, associate professor of criminal justice at NMSU, and Dr. Rosa-Linda Fregoso, professor of Latin American and Latino Studies at the University of California-Santa Cruz. “This book is really a call to social action,” said Bejarano, stressing that the book’s concept goes beyond typical academic tracts to incorporate off-campus voices.

Two community women were on hand to discuss the book and share their personal stories: Ciudad Juarez mothers Evangelina Arce and Paula Bonilla Flores. Arce’s daughter Silvia disappeared in March 1998, while Bonilla Flores’ daughter, Sagrario Gonzalez, was murdered the same year. Both women have been committed and outspoken human rights activists over the years.

“We were driven to write this book by our shock and outrage,” said UC’s Rosa-Linda  Fregoso. “We’re writing against centuries of invisibility of violence against women.”

In a panel discussion, Fregoso set a framework when she spoke about violence against women in Latin America and other parts of the world as a kind of “low-intensity warfare on women’s bodies.” In places as geographically and culturally diverse as World War Two Europe, Vietnam, Africa, and the modern Balkans, women have been treated as “war booty,” Fregoso said.

With drug-fueled violence devastating Ciudad Juarez, Mexico, only 40 minutes south of  NMSU, the discussion soon began to consider the connections between femicide and other forms of violence. In the El Paso-Las Cruces area, the violence hits home. For instance, Johana Bencomo recently lost a relative to the violence devastating the state of Chihuahua.

The NMSU student told Frontera NorteSur how her father’s uncle was murdered on a trip back home to a little Chihuahua mountain town. The man had relocated to Albuquerque, New Mexico, at the urging of his son, but went back to check the house only to encounter an unexpected and violent end. The relative was not involved in the drug business, Bencomo insisted.

“It’s really scary how much this drug cartel violence has hit every single corner of Mexico and not just Juarez and the bigger cities,” Bencomo said, adding that she has relatives in Ciudad Juarez but doesn’t visit them because of the unsafe situation in the city. “I don’t know what’s going to happen. It’s sad, really sad,” she said.

Dr. Hector Dominguez-Ruvalcaba, an associate professor in the department of Spanish and Portuguese at the University of Texas-Austin, also participated in the panel discussion. Dominguez-Ruvalcaba said “impunity” was a common thread linking the femicides with other homicides in Mexico.

“Anyone can kill anyone with the possibility that they will get away with it,” the one-time Ciudad Juarez resident and former NMSU student warned. Mexico, he added, has good laws on the books, but the problem resides with applying them.

Central to their mission, the panelists analyzed strategies and tactics to combat gender violence. Bejarano was a co-founder of the Las Cruces- based Amigos de las Mujeres, a group established to aid the relatives of femicide victims in Ciudad Juarez and Chihuahua City.

She recalled how activists had brought US Congressional delegations to the border and engaged high-level US authorities to put pressure on the Mexican government. Ultimately, she said, the strategy had limitations due to Washington’s stance that Mexico was a sovereign ally of the US and a “friend of business.”

Bejarano criticized other aspects of US policy, including Washington’s failure to ratify the 1979 Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination against Women. The US’ inaction on the treaty sets it apart from virtually all the world’s nations.

In recent years, Bejarano added, an increasing number of groups in Latin America have returned to the grassroots to  resist gender violence. The New Mexico scholar cited the example of community defenders in Peru who accompany victims of violence to court and pressure the justice system to uphold women’s rights.

The issue of vigilante justice was debated by Bejarano, Fregoso and others in attendance at the Las Cruces event.

On September 22, residents of Ascension, a small town in the northern part of the Mexican state of Chihuahua, rose up and detained a gang of kidnappers which had been terrorizing the populace for months. Two of the suspected kidnappers, young men, were severely beaten by townspeople and later died while awaiting transfer by law enforcement officials.

Residents then took over city hall and disarmed the town’s police force, which had been accused of collaborating with criminals, and vowed to defend their farming community. In subsequent days, the Mexican press carried stories of other alleged rapists and kidnappers killed by outraged citizens in Chihuahua City and Ciudad Juarez.

In the absence of effective rule of law, the “Ascension Syndrome” represents a double-edged sword, Bejarano said. “Even though I can understand Ascension, it is a dangerous precedent,” she added. “I think we need to reinvigorate or reinvent this movement at the community level… and we’re seeing some of that in Ascension.”

Bejarano cautioned against the Ascension uprising as being misinterpreted in the US as another instance of the violence some contend threatens to spill across the border. In her view, Ascension is an opportunity for people on both sides of the border to come together for the purposes of mediating grievances, restoring the rule of law and assuring genuine justice. “Unfortunately, it will take something like this to be a wake- up call on this side of the border,” Bejarano contended.

For NMSU student Johana Bencomo, fundamental awareness is still lacking at home. As part of a class with Dr. Bejarano this year, Bencomo helped interview 15 randomly selected NMSU students, mostly in their 20s, about their knowledge of femicide in general and the murders of women in nearby Ciudad Juarez in particular. According to Bencomo, only three or four students knew about the Ciudad Juarez slayings, and one student even said the word “femicide” meant “some sort of pesticide.”

“I was unpleasantly surprised how many people didn’t know,” Bencomo said.

-Kent Paterson

Frontera NorteSur (FNS): on-line, U.S.-Mexico border news

Center for Latin American and Border Studies

New Mexico State University Las Cruces, New Mexico

For a free electronic subscription email: fnsnews@nmsu.edu

MIA asks for TPS while in Guatemala

While Guatemala was reeling from the effects of a recent tropical storm and the eruption of the Pacaya volcano, MIA’s big brother organization, RPDG (Network for Peace and Development in Guatemala) mobilized successfully to petition for Temporary Protected Status (TPS).

TPS means that deportations from the US to Guatemala are temporarily on hold until the country recovers from these natural disasters.

Here Lucia is interviewed for her perspective on how these disasters disproportionately affect women.

De cómo la violencia de género se apodera de un barrio

Nacionales | REPORTAJE | Diario La Hora

Gerson Ortiz | gortiz@lahora.com.gt

El informe detalla cómo va tejiéndose la violencia contra la mujer en esa pequeña comunidad capitalina y el nivel de abandono del Estado. JOSÉ OROZCO

El informe detalla cómo va tejiéndose la violencia contra la mujer en esa pequeña comunidad capitalina y el nivel de abandono del Estado. JOSÉ OROZCO

Un grupo de mujeres entre 22 y 60 años de edad, amas de casa, con bajos niveles de escolaridad y escasos recursos económicos y residentes de la colonia El Incienso, comparten algo en común: han vivido cara a cara la violencia de género durante mucho tiempo de sus vidas, pero buscan dar un giro a su historia.

Marta, María y Susana* contemplan fijamente y bastante abstraídas las gotas de lluvia que caen sobre las plantas que cuelgan de un balcón vecino. Desde hace muchos años han vivido en la colonia El Incienso, en donde han enfrentado la violencia cara a cara.

Sus testimonios quedaron registrados en el estudio denominado: “Violencia de Género y Residencia en El Incienso”, presentado el jueves último por su realizadora, la psicóloga Ana Izabel Ortiz.

“Hoy, Marta, María y Susana son conscientes de sus derechos y se han reconocido dentro de los círculos de violencia que se crean desde la familia hasta el matrimonio en sociedades como las nuestras”. “Esa conciencia las hará cambiar su panorama”, según expertas.

El informe detalla cómo va tejiéndose la violencia contra la mujer en esa pequeña comunidad capitalina y el nivel de abandono del Estado en ese sector tanto para prevenir como para erradicar ese fenómeno, al tiempo que plantea la necesidad del empoderamiento del sector femenino en ese barrio.

Para la realización de ese estudio se tomaron los testimonios de mujeres entre los 22 y los 60 años de edad residentes de la colonia El Incienso. Todas son amas de casa y seis tenían pareja al momento de las entrevistas.

Otras de las características fueron que sólo una de ellas, la más joven, tuvo la oportunidad de completar el nivel diversificado. Dos más culminaron el ciclo básico, tres el nivel primario y las demás estudiaron únicamente los primeros años de la primaria.

Según la Agencia Española de Cooperación (AECID), el riesgo del incremento en femicidios es más latente para las mujeres más jóvenes “con menos experiencia y menos conocimiento para buscar ayuda”, además, el informe del Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica (COMMCA), presentado en febrero último, detalla que esos crímenes “se cometen más en lugares públicos, por redes y grupos organizados” y que “la impunidad alimenta este crimen”. (Lea Alerta Regional).

“Los testimonios de vida legitiman ética y políticamente formas múltiples de pensar, desear, actuar y decir sobre nuestra condición de ser mujer.

Desde el punto de vista ético, el testimonio significa el respeto por las experiencias vividas, la solidaridad hacia aquellas mujeres que se animan a compartir su historia y denuncian cada sufrimiento y sus resistencias.

El acto de testimoniar presupone entonces, credibilidad de la realidad y concienciar que la historia de una, puede ser la de muchas mujeres”, cita en su introducción el informe.

Según la Agencia Española de Cooperación (AECID), el riesgo del incremento en femicidios es más latente para las mujeres más jóvenes "con menos experiencia y menos conocimiento para buscar ayuda". JOSÉ OROZCO
Según la Agencia Española de Cooperación (AECID), el riesgo del incremento en femicidios es más latente para las mujeres más jóvenes “con menos experiencia y menos conocimiento para buscar ayuda”. JOSÉ OROZCO

CON VOZ PROPIA

Los testimonios de las entrevistadas relatan cómo la violencia contra el género ha ido penetrando el tejido social de esa comunidad pequeña, desde lo familiar, pasando por lo psicológico y hasta llegar a lo sexual.

Una de las entrevistada narró: “Mi papá decía: ustedes son mujeres, son las de la limpieza, en cambio ellos son varones, son para trabajar. Y así me quedé con esa mentalidad, que la mujer era la que hacía la limpieza y el hombre era el que trabajaba”.

Posteriormente, cuando otra de las entrevistadas tuvo una pareja contó: “Al principio, era bien calidad y después me pegaba y bien fuerte. Un día una comadre de él, le dijo que yo andaba con un chavo, como yo trabajaba en un almacén y me fue a traer, ese día me iba a matar. Con un envase quebrado, me agarró del pelo y me dijo: ¿te querés morir hija de la gran…? Delante de más personas, me pegaba en la cara”.

“El esposo de una mi tía que hoy por hoy él es cristiano, (…) ese señor intentó violarme, no entendía lo que él quería o pretendía hacer, pero a mí me daba miedo porque él llegaba bolo a la casa”, narró otra entrevistada sobre la violencia sexual.

TEJIENDO VIOLENCIA

La psicóloga Ana Izabel Ortiz comenta respecto al estudio: “fue inevitable el vuelco a entender el fenómeno como una problemática eminentemente social sin perder la mira de encontrar propuestas a trabajar desde la psicología, pero también a quienes no les interesa hacerlo desde ella”.

Ortiz considera importante el abordar la violencia de género como un estudio en el país, debido a que Guatemala, al igual que otros países de América Latina, cuenta con altos índices de violencia en todas sus manifestaciones sociales.

“Debido a que el género es una construcción social, es necesario conocer este fenómeno para poder criticar y proponer acciones que permitan cambios en dichas construcciones hasta hace poco legitimadas”, explica.

La profesional añade que aun, luego de la aprobación de la Ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer existen personas e instituciones que se consideran ajenas a esta problemática y que en comunidades “marginadas”, más del 90 por ciento de las mujeres viven en condiciones cotidianas de violencia, las cuales se reproducen por generaciones.

Finalmente, al preguntarle sobre si hubo cambios en la comunidad tras el estudio, Ortiz respondió: “Mentiría si digo que el cambio es notorio, sin embargo, valoro la reflexión que llevaron a cabo las mujeres entrevistadas, ya que el haber propiciado el espacio para expresarse habilitó la posibilidad de repensarse y lograr ciertos cambios en las prácticas cotidianas”.

“Creo que estos cambios se logran paulatinamente; las afectadas aceptaron participar en talleres relativos al tema de violencia, lo cual es un avance”, enfatizó.

SIN PREVENCIÓN

Hilda Morales, integrante de la Red de la No Violencia Contra la Mujer, califica de importante el hecho que se realicen diferentes estudios y análisis en comunidades pequeñas del país ya que esto permitirá ir identificando la violencia de género en cualquier lugar y en diferentes dimensiones.

“Eso permite que haya una incursión de parte de las organizaciones sociales y del mismo Estado a través de mecanismos que la mujer pueda ir asumiendo como medidas de carácter político para que reconozcan sus derechos y se vaya cambiando la actitud de los hombres”, comenta.

La entrevistada habló del programa denominado “Territorios libres de violencia contra la mujer”, a través del cual se coordinaron acciones para ilustrar las situaciones que sufren las mujeres, la violencia, exclusión y doblegación de parte de los hombres, indicó.

Sin embargo, Morales aclara que la violencia de género se da en cualquier lugar sin importar el nivel social, económico o cultural porque es un fenómeno de carácter estructural: “se trata de un sistema que existe desde muchos siglos, en el que hay preponderancia de parte de los hombres hacia las mujeres y es fundamental saber que la violencia no es normal, que se tiene que cambiar”.

La experta en ese tema añade que la presencia del Estado en comunidades como la aludida es nula y que ello tiene efectos nefastos porque las mujeres no tienen a quién acudir. Además, considera que desde la aprobación de la Ley contra el femicidio y otras formas de violencia el mayor logro ha sido identificar el problema.

“La prevención y la divulgación de los delitos cometidos en contra de las mujeres es un gran faltante en Guatemala y es parte de la nula presencia del Estado en esa materia; en otros países, por ejemplo, ya se hacen campañas masivas para sensibilizar a la población y darle a conocer dónde existen los servicios, mientras en Guatemala no existen campañas de ese tipo”, criticó Morales.

*Nombres ficticios

“Es necesario conocer este fenómeno para poder criticar y proponer acciones que permitan cambios en dichas construcciones hasta hace poco legitimadas”, Ana Isabel Ortiz, Psicóloga

“La prevención y la divulgación de los delitos cometidos en contra de las mujeres es un gran faltante en Guatemala y es parte de la nula presencia del Estado en esa materia; en otros países, por ejemplo, ya se hacen campañas masivas para sensibilizar a la población y darle a conocer dónde existen los servicios, mientras en Guatemala no existen”.

Hilda Morales, Red de la No Violencia Contra la Mujer.

“Un día una comadre de él, le dijo que yo andaba con un chavo, como yo trabajaba en un almacén y me fue a traer, ese día me iba a matar. Con un envase quebrado, me agarró del pelo y me dijo: ¿te querés morir hija de la gran…?”

Víctima de violencia.

ALERTA REGIONAL

En febrero último, el COMMCA, adscrito al Sistema de Integración Centroamericana y especializado en temas de género, decretó a través de un informe regional que tanto el femicidio como la trata de personas son dos fenómenos en alza de violencia contra las mujeres en los países de centroamericanos.

Ese estudio detalló que Guatemala es el país más afectado, con más de cinco mil casos entre 2000 y 2009, seguida sólo por Honduras, El Salvador y República Dominicana. Según el COMMCA, en toda la región el número de femicidios se duplicó entre 2003 y 2009.

La AECID, quien colaboró en ese informe, refirió que existe un contexto de incremento de homicidios en los últimos años, pero apuntó que los crímenes contra mujeres crecen con más rapidez, ya que entre 2003 y 2007, el número de asesinatos de hombres aumentó un 50%, mientras que el de mujeres en un 160%.

ACCIONES

Según las estadísticas del Centro Nacional de Análisis y Documentación Judicial, de enero a septiembre del año recién pasado, los juzgados del país recibieron un total de siete mil 728 procesos por el delito de violencia contra la mujer.

A criterio de César Barrientos, magistrado presidente de la Cámara Penal, las estadísticas para este año no distan mucho de las de los doce meses anteriores. En ese marco, la próxima semana iniciarán sus labores los Juzgados de Competencia específica para femicidios.

El año pasado se emitieron un total de seis sentencias condenatorias por el delito de femicidio, 30 condenatorias por violencia contra la mujer y siete absolutorias por el mismo delito. En total ingresaron 74 procesos por femicidio, 10 mil 808 por violencia y 277 casos de violencia económica.

Las judicaturas específicas para ese delito funcionarán en Guatemala, Quetzaltenango y Chiquimula. Barrientos comentó que estas instancias son un gran avance para la justicia en esa materia y que se trata de un esfuerzo conjunto del poder judicial.

http://www.lahora.com.gt/notas.php?key=72795&fch=2010-09-04

LAS TRES CAUSAS DE LOS FEMICIDIOS

Mariela Castañon |mcastanon@lahora.com.gt

Por lo menos tres móviles manejan las fuerzas de seguridad y de justicia en el tema de los femicidios, problema que aún representa un desafío de esclarecer por la forma en que se originan los hechos, afectando a centenares de mujeres guatemaltecas.

La mayoría de asesinatos violentos contra la mujer se origina por vínculos con pandillas o grupos criminales, violencia intrafamiliar o machismo, y venganza personal. ARCHIVO
La mayoría de asesinatos violentos contra la mujer se origina por vínculos con pandillas o grupos criminales, violencia intrafamiliar o machismo, y venganza personal. ARCHIVO

Fuentes de la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC) y del Ministerio Público refieren que la mayoría de asesinatos violentos contra la mujer se origina por vínculos con pandillas o grupos criminales, violencia intrafamiliar o machismo, y venganza personal.

Según un investigador de la DEIC, aunque estas son las principales causas de muerte de la mujer, la que destaca mayormente es por los vínculos con los grupos delincuenciales. Estos asesinan y, en algunas oportunidades, las desmembran, porque ellas intentan abandonar la clica o porque cometen un error al llevar a cabo una acción delincuencial, o bien, porque traicionan a alguno de los miembros de la gavilla.

El entrevistado dice que la edad de las víctimas oscila entre 14 y 25 años, quienes son atacadas principalmente con arma de fuego.

Sandra Morán, del Sector de Mujeres, no descarta esta hipótesis, pero aclara que existen otros móviles tan fuertes como éste que convergen en el punto de que se cree que las mujeres son propiedad de alguien.

“Todo esto tiene un punto común y es el hecho de que hay una concepción de que las mujeres somos propiedad de alguien, quiere decir que si yo quiero dañar a la otra mara, mato a la esposa, hija, hermana del que la dirige, es la misma concepción que está en el marco de las guerras convencionales, es decir, atacar a la mujer como una forma de castigar a los hombres que son los enemigos”, indica.

A decir de Morán, las causas de muertes violentas se pueden ocasionar por otras situaciones; por ejemplo, por el papel que desempeña la mujer en la sociedad, que provoca molestia en sectores que no quieren dejar de ver la figura femenina de la forma tradicional, es decir, que debe cuidar a sus hijos y dedicarse a las labores de la casa.

El GAM sostiene que la mayoría de crímenes cometidos contra la mujer son consecuencia de la violencia intrafamiliar. ARCHIVO
El GAM sostiene que la mayoría de crímenes cometidos contra la mujer son consecuencia de la violencia intrafamiliar. ARCHIVO

La profesional señala que la violencia intrafamiliar o de pareja es otro móvil que puede mencionarse en relación a este problema, lo cual se complica cuando no se ofrece protección a las víctimas, que buscan denunciar, pero que pese a ello, no son protegidas adecuadamente.

La representante del Sector de Mujeres dice que lo lamentable del caso, es como en algún momento fue mencionado por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que a pesar de que existen denuncias contra los victimarios, los casos no se resuelven, pese a que hay información con nombres y apellidos.

Por su parte, Amalia Mazariegos, coordinadora nacional de Asistencia Legal y Gratuita a la Víctima y a sus Familiares, del Instituto de la Defensa Pública Penal (IDPP), opina que detrás de un femicidio hay un antecedente de violencia, marcado por las relaciones desiguales de poder y emocionales.

“Muchos de los móviles de los femicidios van a ser siempre las relaciones desiguales de poder y el vínculo emocional de la víctima con el agresor, inclusive cuando vemos la cuestión de pandillas, vamos a notar que hubo algún vínculo emocional, porque alguno de ellos está enamorado de una mujer o una de ellas está muy bonita y precisamente por eso es el ataque, porque esta mujer no aceptó ser novia de él o rechazó los requerimientos amorosos”, dice.

Según se indica, a la fecha se reportan más de 415 femicidios, lo que da cuenta que podría haber una tendencia de aumento en comparación con el año pasado, que en estas fechas se hablaba de unas 350 muertes violentas.

“A la fecha estamos hablando de más de 415 femicidios. En contraste con el año pasado tenemos una tendencia al aumento y eso implica que la violencia cada día es más grande, más grave contra las mujeres, que todavía no tenemos los programas de divulgación para el conocimiento de los derechos de las mujeres para comenzar, porque los femicidios en su mayoría comienzan con los hechos de violencia contra las mujeres, el antecedente es la violencia contra la mujer”, indica.

A la fecha se reportan más de 415 femicidios, lo que da cuenta que podría haber una tendencia de aumento en comparación con el año pasado. ARCHIVO
A la fecha se reportan más de 415 femicidios, lo que da cuenta que podría haber una tendencia de aumento en comparación con el año pasado. ARCHIVO

Mazariegos dice que los lugares más afectados por el flagelo son Guatemala, Villa Nueva, Escuintla y Jutiapa, donde ya se han tomado medidas para establecer sedes de atención a la víctima.

A criterio de la entrevistada, estos hechos se originan en esos lugares, por la cantidad de población y por la cultura de violencia que se presenta constantemente.

Por otro lado, se destaca que los femicidas son hombres extremadamente machistas, no importa la edad y profesión, dice Mazariegos.

“Puede ser cualquier hombre, educación de cualquier nivel, pero debe ser eminentemente machista, o sea, puede pertenecer a cualquier nivel social pero cuya cultura sea eminentemente machista”, opina.

INCREMENTO

El Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), en su monitoreo semestral destaca que 213 mujeres fueron asesinadas durante este tiempo, además de 161 que resultaron heridas.

La institución señala que hay un incremento significativo en contra del gremio femenino, no sólo por las estadísticas en mención, sino porque existen por lo menos siete casos de mujeres estranguladas.

“Algo que llama fuertemente la atención del GAM es que solo durante el mes de febrero se reportaron cuatro mujeres estranguladas -esto muestra la saña con la que se están cometiendo los crímenes en el país-, el mes de marzo reporta tres más, sin embargo, la gran mayoría de muertes de mujeres se cometen con arma de fuego”, señala.

El GAM sostiene que la mayoría de crímenes cometidos contra la mujer, son consecuencia de la violencia intrafamiliar.

“GAM ha planteado en reiteradas ocasiones que la mayoría de crímenes cometidos en contra de las féminas, son consecuencia de la violencia intrafamiliar de la cual son víctimas y al llegar a grandes extremos de violencia el agresor provoca una muerte sangrienta a la mujer”, destaca el informe.

Asimismo, el documento insta a las instituciones a tratar correctamente las denuncias de la violencia intrafamiliar, que abre una puerta para las víctimas de muertes violentas, es decir que los hechos, como la violencia física, sexual, verbal y psicológica sean denunciadas.

El informe de la organización civil concluye con preocupación, como en el año pasado se presentaron 166 denuncias, de las cuales solo 10 obtuvieron sentencia, lo que revela la ineficiencia extremadamente machista, no importa la edad y profesión.

“Hay una concepción de que las mujeres somos propiedad de alguien, quiere decir que si yo quiero dañar a la otra mara, mato a la esposa, hija, hermana del que la dirige”.

Sandra Morán, Sector de Mujeres


“Muchos de los móviles de los femicidios van a ser siempre las relaciones desiguales de poder y el vínculo emocional de la víctima con el agresor”.

Amalia Mazariegos, Instituto de la Defensa Pública Penal


PREVENCIÓN RECOMENDACIONES

Según las personas entrevistadas, las medidas para enfrentar la ola de asesinatos contra las mujeres deben basarse en aspectos como:

-Denunciar al agresor antes de que sea demasiado tarde.

-Solicitar ayuda u orientación a instituciones en pro de los derechos de las mujeres.

-Alejarse del posible agresor.

-Evitar los vínculos con grupos delincuenciales o del crimen organizado.

-Conocer los derechos de las mujeres.

-Exigir a las autoridades el fortalecimiento de los programas de atención a la víctima.

-No permitir agresiones verbales y físicas de la pareja o conviviente.

-En caso de solicitar ayuda, la víctima puede buscar atención en el Organismo Judicial (OJ), Ministerio Público (MP) o en las comisarías de la Policía Nacional Civil (PNC).

http://www.lahora.com.gt/notas.php?key=71078&fch=2010-08-02

Jueces renuentes a aplicar ley contra el Femicidio

A través de análisis y estudios a tribunales de primera instancia, penales, de familia, Ministerio Público, Inacif y Policía Nacional Civil la Procuraduría de Derechos Humanos concluyó en un informe sobre la aplicación de la ley contra el femicidio, que los jueces son renuentes a los cambios y a la ley contra el Femicidio.

POR CRISTINA BONILLO Ciudad de Guatemala

Sergio Morales, Procurador de Derechos Humanos presentó ayer el informe que evalúa los dos años de aplicación de la ley contra el femicidio, a la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los derechos Humanos (Oacnudh), el cual será trasladado directamente a la relatora de ONU contra la violencia contra las mujeres, Rashida Manjoo.

El informe platea cambios importantes respecto al Código Penal explicó Lesbia Tebalán, asesora del procurador en temas de impunidad.

Explicó que en dos años apenas hubo 64 sentencias en base a esta ley (no todas condenatorias), y que las agencias del Ministerio Público especializadas en temas de femicidio tenían hasta el día de ayer y desde la aprobación d e la ley 395 investigaciones en marcha de las que solo 8 se tipifican como femicidio.

Tebalán explicó que los jueces y fiscales aplican en muchos casos el precepto de homicidio según establece el código penal, o el de asesinato, que contempla las mismas penas que el femicidio, sin embargo permite medidas sustitutivas y conmutabilidad de la pena, algo que no perite el delito de femicidio.

Entre las recomendaciones, está que el estado comprenda que el problema del femicidio “va más allá de la persecución penal hay que atacare una cultura que va contra la mujer, el femicidio demuestra odio contra la mujer”, dijo Morales. El procurador instó a que instituciones como el Ministerio de Educación o el de Cultura se involucren más en temas educativos y de concienciación para atajar el problema de la violencia contra la mujer. “Tiene mucho que hacer todo el estado”, apuntó.

El representante de la OACNUDH, Alberto Brunori, explicó que se enviará este documento a la relatora y según los procedimientos a seguir en estos casos posiblemente puede pedir al estado algún tipo de aclaración sobre las denuncias presentadas en el informe. Además señaló que servirá de insumo para la oficina y para realizar su informe anual acerca de la situación de los derechos humanos en el país.

http://www.prensalibre.com/noticias/justicia/Jueces-renuentes-aplicar-ley-Femicidio_0_301769908.html