La ola de ‘feminicidios’ de Ciudad Juárez se extiende por Centroamérica

ANNA-MARIA HOLLAIN | Madrid | www.elpais.com

Walda Barrios-Klee, ayer en Madrid- CRISTÓBAL MANUEL

Walda Barrios-Klee, ayer en Madrid- CRISTÓBAL MANUEL

WALDA BARRIOS-KLEE Activista a favor de la mujer en Guatemala

Sólo durante 2009, en Guatemala fueron asesinadas 847 mujeres. En los últimos 10 años, han muerto de manera violenta 5.027 guatemaltecas. Y en lo que va de año, ya suman 160. No se trata de violencia doméstica a puerta cerrada, sino de mujeres que son torturadas y asesinadas en lugares públicos, casi siempre por desconocidos. Walda Barrios-Klee (1951, Ciudad de Guatemala), consejera asesora de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas, constata una realidad preocupante en una entrevista concedida a EL PAÍS en el marco de un seminario internacional sobre feminicidios en Guatemala y México, celebrado ayer en la Casa de América de Madrid. “¿Por qué fue famoso el caso de Ciudad Juárez? Porque allí empezaron. Pero de allí comienza a pasar en toda Centroamérica y en toda la región. Ya es una patología social”, asegura.

Desde 2008, la legislación del país centroamericano reconoce el delito del feminicidio: el asesinato de mujeres por el simple hecho de serlo, motivado por el odio y la misoginia. “Los feminicidios están considerados como crímenes impersonales. El que mata a la mujer no tiene ninguna relación con ella. Es un crimen anónimo. El que asesina no conoce a la víctima y la mata por el hecho de ser mujer. Es lo nuevo del fenómeno”, resalta Barrios.

Otro factor distintivo es la brutalidad empleada antes y después de la muerte de la víctima. “No se mata únicamente, sino que se persigue todo un ritual en el asesinato: tortura, mutilación y violación. Hay violación siempre, acompañada por un sadismo excesivo”, precisa. Los cadáveres aparecen a menudo descuartizados, con las uñas arrancadas y la cara desfigurada.

La consejera, que fue candidata a la vicepresidencia de Guatemala en 2007, subraya que la ley contra los feminicidios “ha servido para que aumenten las denuncias ?porque las mujeres pierden un poco el miedo?, pero no la penalización”. Y tampoco ha conseguido frenar las agresiones. “La ley fue aprobada en marzo de 2008. Y en marzo de 2009, en lugar de bajar, aumentaron los crímenes”.

Para Barrios, se trata de un fallo institucional. “La ley es una contribución al cambio cultural. No obstante, si el sistema de justicia no funciona bien, aunque haya ley, las cosas no van a cambiar mucho”.

El llamado triángulo de la violencia [Guatemala, El Salvador y Honduras, según la descripción acuñada por Naciones Unidas, ya que tienen las tasas de feminicidios más altas de la región] ilustra un problema que va más allá de los conflictos armados, que acecharon en el pasado a El Salvador y Guatemala, y en los que la violación se usó como arma de guerra.

El primer puesto respecto al asesinato de mujeres, en los últimos años, lo solía ocupar Guatemala. “Ahora, Honduras tiene el primero, El Salvador el segundo, y Guatemala el tercero”, afirma la defensora de los derechos de las mujeres. Y explica que esta situación se da no porque haya bajado la cifra en Guatemala, sino porque ha subido en Honduras.

“¿Qué tienen en común Guatemala y El Salvador? Las guerras internas. Honduras, no. Pero Honduras salta después del golpe de Estado. Es lo que cambia la situación allí. El problema tiene que ver con el papel del Estado y el debilitamiento de las estructuras estatales, algo que afecta a toda América Latina”, añade la activista.

Es cierto que en el caso particular de Guatemala pesa también la herencia de una guerra fratricida de casi cuatro décadas, ?el acuerdo de paz se firmó en 1996?, que dejó más de 200.000 muertos o desaparecidos, sin que se haya juzgado jamás a los verdugos. “Hemos tenido 36 años de conflicto armado durante los cuales el aparato de Estado se usó para la represión. Toda la estructura estatal quedó en manos de gente que tenía esa mentalidad del enemigo interno, que así se llamaba a la gente que quería una Guatemala distinta. Eso no se desmontó con la firma de la paz. La estructura del Estado quedó como era, con las mismas personas de la guerra. Por eso, no piensan en la justicia”, explica Barrios.

A ese clima de impunidad generalizada se une un cambio de perspectiva. Ahora, las mujeres encarnan al enemigo interno, sostiene la activista, “porque empezamos a salir a la calle, a trabajar, a ser autónomas, a tener ingresos propios, a reivindicar espacios públicos y cuotas de poder. A medida que hay más participación política y más mujeres buscando cargos públicos, hay más asesinatos. El mensaje social parece ser que la mujer que sale de casa corre más peligro que la que se queda encerrada, aunque esto sea un mito. Porque incluso los maridos que te golpean y pegan en las casas no te matan como te matan en la calle. Es una forma de terrorismo”.

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Opinión, Diario La Hora, Guatemala / Viernes, 05 de Marzo de 2010 / Ing. Raúl Molina Mejía / rmolina20@hotmail.com

http://www.lahora.com.gt/notas.php?key=63537&fch=2010-03-05

Cedo la palabra a mi hijo, Pablo Molina Toledo, para hablar de las luchas de la mujer: “La igualdad de género y el desarrollo de Guatemala. La sociedad guatemalteca está enferma. Hay grandes problemas cuya solución requiere enormes esfuerzos. La destrucción de nuestros recursos humanos, naturales y culturales ha llegado a proporciones extremas, provocando los problemas que hoy vivimos, por ejemplo, miseria, pandillas, corrupción, violencia y degradación de nuestra calidad de vida. Para combatir el racismo, la discriminación y la desigualdad económica, necesitamos imaginación, voluntad, determinación y cambio de mentalidad. Necesitamos también la verdadera igualdad entre los hombres y las mujeres.”

“Es motivo de vergüenza que Guatemala ocupe el puesto111 entre 134 países en el Índice de Disparidad entre Géneros del Foro Económico Mundial. Compartimos con países como Nigeria (108), con 25% de las mujeres víctimas de mutilación genital femenina; y la India (114), donde hay lugares en que un hombre puede desfigurar a una mujer si siente que fue agredido su honor. Con las estadísticas de nuestro país, nuestro puesto no es sorpresa. En Guatemala, demasiadas mujeres son asesinadas, 708 en 2009, mostrando muchas señales de violación y tortura; otras son encontradas desmembradas o cortadas en pedazos. El año pasado, Mindy Rodas, en Santa Rosa, sobrevivió varias puñaladas; pero despertó sin rostro.”

“La falta de seguridad para las mujeres ha dado origen al femicidio, y la total impunidad de ese crimen incrementa su ocurrencia, por lo que el Estado tiene gran responsabilidad. El problema sólo lo podemos enfrentar con un cambio de mentalidad. Esta violencia contra nuestras compatriotas -madres, hermanas e hijas- es aplicada por nosotros los hombres. La actitud de los hombres impacta a la mujer: somos quienes hacemos chistes o comentarios sexistas, quienes golpeamos a nuestras parejas, quienes violamos niñas y mujeres, a veces en la propia familia. Esta omnipresente cultura patriarcal y machista es la que nos ha conducido a los actuales niveles de violencia contra la mujer.”

“No todos los hombres cometemos estos actos; pero tenemos todos la responsabilidad de actuar para que cesen. Es injusto que la mujer tema por su seguridad física fuera de casa, o en el mismo hogar, y que el Estado no pueda protegerla. Los hombres, quienes hemos tenido más privilegios y más posibilidades de cambiar las cosas, debemos terminar con este círculo de violencia, ponernos al lado de las mujeres y luchar junto a ellas para lograr la igualdad de género. Hay que pugnar dentro de nuestras familias, círculos de amigos y otros ambientes para reconocer la dignidad de la mujer. Esto pasa por la educación de los hombres, para ser aliados en la lucha por la seguridad física y, más aún, generar una nueva mentalidad. Cambiar de mentalidad es difícil para quienes somos adultos; pero la niñez no está obligada a crecer igual. Valoramos el trabajo que hace Mujeres Iniciando en las Américas (MIA), sensibilizando y educando a miembros de la Policía Nacional Civil y a estudiantes de la Usac, así como su presencia en las escuelas primarias, donde enseña que otra sociedad es posible.”

Agradezco a Pablo sus aportes e insto a escucharlo y a apoyar las luchas de las mujeres.

Pablo Esteban Molina reside en Montreal, Canadá y actualmente esta cursando estudios en la Universidad Concordia. Desde el año 2008 desempeña el trabajo de subsecretario de Asuntos de la Mujer para la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala.

Women’s Day 2010 in NYC

On March 6th, 2010, the GPDN and MIA celebrated the Women International Day at an event in New York City called: Guatemalan Women for the Immigration Reform in the U.S.

The program was divided in two parts. The first one was the launch of the Hombres Contra Feminicidio Campaign in the U.S. with the presentation of the first workshop, la Vida Dentro de una Caja. The second part was a testimony presentation by Maria Luisa Rosal and women in the audience regarding their immigrant experience and why the reform matters to them.

Workshop participants in NYC

Workshop participants in NYC

THE WORKSHOP

The workshop was applied as it is in the MIA’s HCF manual. The group had 10 participants from different parts of NY and NJ. See the following images that illustrate the workshop development.

Byron Izaguirre from AGMAUSA talks about machismo.

Byron Izaguirre from AGMAUSA talks about machismo.

Participants work together on an exercise.

List of responses from the exercise.

List of responses from the exercise.

FEEDBACK:

What did you learn today?

_ give equal treatment to men and women

_ the importance of educating our own communities

_ how to improve family relationships and give equal treatment

_ roles have changed

_ the obstacles that roles create for people

_ women can be independent and find success on their own

Will this lesson help you improve the way you see and to things in life? How?

_ yes, communication helps the family thrive, bring up the good and bad things and understand how make things better

_ yes; I have seen more Latino men and women with more liberal views.

_ yes; make people aware of women rights

_ yes; create awareness among women of how equal we all must be

The posters were kindly donated to the HCF Campaign by Mary Wong at Women Ink — U.N. Church Center in New York City.

El sexo débil se arma, y no solo de valor

Su mejor ataque dejó de ser la seducción. Los delincuentes no esperan que las mujeres anden armadas.

Maby López | Nacional, Diario de Centro América

Amas de casa, profesionales, estudiantes, vendedoras… No importa la profesión. Lo cierto es que, por la inseguridad que se vive en el país, cada día las mujeres están optando por armarse y defenderse a sí mismas como a su familia.

En la actualidad, la Dirección General de Control de Armas y Municiones (Digecam) da cuenta de 9,200 armas registradas y 7,500 licencias de portación emitidas al sexo débil, lo que representa el 4% de todos los registros.

El subdirector de la Digecam, Guillermo Mejía, señala que, aunque no es muy común que, una mujer se acerque a la institución, cada día existe más interés por parte de las féminas de portar un arma.

De acuerdo con el funcionario, lo que las motiva a armarse es la necesidad de sentirse seguras y protegidas, pues muchas de ellas son propietarias de negocios fincas, o en determinado momento fueron víctimas de la

delincuencia. Mejía explicó que el tipo de armas preferidas por la población femenina son las pistolas y los revólveres, aunque las primeras tienen más preferencia, así como que los calibres más usuales son 9 y 22 milímetros.

Según él, generalmente las más cotizadas son las de 9 milímetros y compactas, pues se hace más práctico llevarlas en las bolsas, chequeras y el auto.

“No creo que sea capaz de sacar un arma y disparar, pero sí les da una sensación de seguridad”, expresa Mejía.

La información señala que muchas de ellas no han sido capacitadas profesionalmente. Algunas han disparado porque les han enseñado el esposo o los hijos para utilizarlas en determinando momento cuando estén solas.

Rudy Flores, dependiente de mostrador de una armería ubicada en la zona 9, coincide en que las que más venden a féminas son las 9 milímetros, las cuales pueden costar desde Q4,500 hasta Q12,000, dependiendo de la marca y el estilo.

Un arma de dos filos

Ana María de Klein, de Madres Angustiadas (MA), considera que para portar “se debe saber como usarla, tener la sangre fría y la habilidad para defenderse, pues ello significa que en determinado momento va a tener que disparar contra otra persona”.

La activista coincide con Rosario Escobedo, del Sector de Mujeres, en que su portación no es una solución para enfrentar la delincuencia. Por el contrario, se debe exigir a las autoridades competentes brindar la seguridad y protección de todos los ciudadanos.

“La violencia no se resuelve con que nos armemos. Eso también es violencia. No creo que un arma dé seguridad. Como mujer me da protección andar en un país donde se respeten mis derechos individuales y colectivos”, señaló Escobedo.

http://dca.gob.gt:85/archivo/20100208/nacional5.html

Alertan por aumento de feminicidio

MADRID / Agencia AFP

CENTROAMÉRICA: Informe presentado en España da cuenta de la situación

El feminicidio y la trata y tráfico de mujeres “están alcanzando categoría de epidemia” en los países centroamericanos, alertaron dos informes presentados ayer por el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y la Agencia Española de Cooperación (AECID) en Madrid.

Guatemala es el país más afectado, con algo más de 5 mil feminicidios entre 2000 y 2009, seguida por Honduras, El Salvador y República Dominicana, mientras en toda la región el número de feminicidios se duplicó entre 2003 y 2009. FOTO LA HORA: ARCHIVO

“El feminicidio y la trata y tráfico de personas son dos fenómenos en alza de violencia contra las mujeres en los países de Centroamérica”, son las conclusiones de estos informes, elaborados por el Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica (COMMCA), órgano del SICA especializado en temas de género, en colaboración con la AECID.

En algunos países hay más de 100 por 100.000 habitantes, por lo que “los niveles de homicidios de mujeres en la región están alcanzando categoría de epidemia”, declaró la autora del estudio, Ana Carcedo.

Guatemala es el país más afectado, con algo más de 5.000 entre 2000 y 2009, seguida por Honduras, El Salvador y República Dominicana, mientras en toda la región el número de feminicidios se duplicó entre 2003 y 2009.

Estos datos aparecen en un contexto de incremento general de los homicidios en los últimos años, pero los de mujeres crece con más rapidez: entre 2003 y 2007, el número de asesinatos de hombres aumentó un 50%, mientras que el de mujeres se incrementó un 160%.

El informe sobre feminicidio alerta de que “crece el riesgo para las mujeres más jóvenes, con menos experiencia y menos conocimiento para buscar ayuda”, “se cometen más en lugares públicos” y “por redes y grupos organizados” y “la impunidad alimenta” este crimen, según las conclusiones, difundidas por la AECID.

Además “los escenarios históricos de marginación se fortalecen y se establecen sinergias con los nuevos”, mientras “aumenta el uso de armas de fuego en relación directa con la dinámica armamentística de la región”.

En cuanto al informe sobre la trata y tráfico de mujeres, el primero realizado en la región, se constata que es “un problema social en expansión”.

“Tiene fines de explotación sexual fundamentalmente, pero coexiste con (…) la venta de niños y niñas nacidos en el contexto de la trata”, hay un reclutamiento “constante”, se lleva a cabo con “complicidad policial” y “no existen en los países estudiados protocolos o prácticas de repatriación” de las víctimas.

Los estados centroamericanos “son países de origen, tránsito y destino”, según el informe, que señala que “hay un ‘mercado regional’ y también trata interna”.

“Existen condiciones estructurales como la exclusión social o la violencia contra las mujeres que favorece” la trata, y las víctimas, que “intentan escapar de forma permanente pese a los riesgos”, la consideran “una manifestación más de una historia de maltratos, abusos e impunidad”, concluye.

Estos estudios se han realizado en colaboración con la AECID, que desde 2006 colabora con el COMMCA y ha destinado a proyectos sobre género 1,7 millones de dólares desde ese año.

Entre 2004 y 2008, España ha multiplicado por seis los recursos dedicados a promover la igualdad de género en América Latina, que en 2008 se situaron en 299 millones de euros (406 millones de dólares).

“Existen condiciones estructurales como la exclusión social o la violencia contra las mujeres que favorece la trata, y las víctimas, que intentan escapar de forma permanente pese a los riesgos, la consideran “una manifestación más de una historia de maltratos, abusos e impunidad.”

Conclusiones del Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica (COMMCA).

http://www.lahora.com.gt/notas.php?key=62746&fch=2010-02-17

Capturan a cuatro policías acusados por violación de un joven de 19 años

Nacionales | Diario La Hora

Mariela Castañon | mcastanon@lahora.com.gt

PNC: Dos fueron retenidos por omisión de denuncia

Uno de los sindicados de violación rinde su declaración en la Torre de Tribunales. FOTO LA HORA: JOSÉ OROZCO

Cuatro agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y un civil fueron capturados por miembros de la Oficina de Responsabilidad Profesional (ORP), sindicados de abusar sexualmente de un joven de 19 años, que trabajaba como repartidor de comida en la zona 1.

Juan Carlos Martínez, jefe de la ORP, confirmó el hecho, e indicó que los detenidos son los agentes Calixto Santiago Andrés, César Augusto López Ramírez, Roelmer Abelino Miranda Monzón, Ramiro Reyes Castro y un civil, identificado como Braulio Che Cu. Los miembros de la institución policíaca formaban parte de la División de Protección y Seguridad (Diprose) y estaban asignados al resguardo de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).

Según se ha dado a conocer, está por establecerse si los cuatro policías participaron en este hecho, pues se cree que dos de ellos fueron detenidos por omisión de denuncia.

De acuerdo con Martínez, la detención se efectúo en la zona 1 capitalina y el delito que se les imputa es violación con agravación a la pena.

La ORP señala que en lo que va del año, por lo menos 18 miembros de la institución policíaca han sido capturados por los delitos de robo de droga, ejecución y violación.

HECHO

Según se dio a conocer, el hecho se perpetró el 2 de enero, contra un jovencito que laboraba como repartidor de comida en un restaurante de la zona 1, que fue requerido para entregar alimentos, sin embargo, el propósito era abusar de él.

La PDH recibió la denuncia el 16 del mismo mes, y fue allí donde se iniciaron las diligencias para aprehender a los sindicados.

Por su parte, Sergio Morales, representante de esa institución condenó el hecho y pidió que se haga justicia.

http://www.lahora.com.gt/notas.php?key=62770&fch=2010-02-17

Aspiring Film Directors on Violence Against Women

Action for Women is the YouTube channel for a film competition for aspiring directors on Violence against Women.

Every day, many women around the world are victims of various types of violence, ranging from sexual abuse to mobbing, from domestic violence to stalking to socio-cultural discrimination. Most of this violence is never reported due to shame or fear but it is a social evil.

The Council of Europe and the Italian Chamber of Deputies are involved in an awareness campaign about this problem, a problem that knows no geographic border and leaves no socio-cultural group untouched. The Action for Women competition is part of this campaign.

The winning short film will be awarded with a special screening at the 67th Venice International Film Festival 2010.

A la deriva ¿Qué pasa con los hijos de las mujeres asesinadas?

Paola Hurtado | El Periódico

La asesinaron en un bar de la zona 6. No era prostituta. Tampoco pandillera ni narcotraficante. Era la agente de seguridad del lupanar desde hacía un mes, se llamaba Gladys y no le dio tiempo de detonar su arma. Dejó seis hijos hambrientos y sucios, un esposo deprimido y una casa a orillas del barranco que se cae en pedazos.

Viven cerca de las pestilencias del basurero de la zona 3, en un terreno escabroso con vista a los osarios del Cementerio General. Su casa es una guarida de gatos peleoneros: los niños riñen todo el día mientras el padre trabaja como albañil en el camposanto. El hombre de 59 años está demasiado ensimismado para que le importe que los niños llegan a la escuela con los piojos colgando, arrastrando los zapatos rotos y la ropa raída. O que cuatro de ellos no existen legalmente porque nunca fueron inscritos en el Registro Nacional de Personas. O que la niña mayor, la que asumió el rol materno a sus 15 años, se sienta en el pupitre con las manos apretándose el vientre y cubriéndose los genitales, y se mantenga sola y enojada con el mundo.

“Es urgente la atención psicológica. Posible abuso sexual”, se lee en el informe sobre la niña. Es el reporte que las dos trabajadoras sociales rindieron después de visitar a la familia para determinar la situación en que vive después de la muerte de la madre. El estado de la niña no era el único preocupante. La hermana de 7 años y el niño de 8 padecían de infección urinaria y anemia. La de 12 años sufría de amenorrea y la de 13, de infección de oído y tos recurrente.

La familia de Gladys es uno de los 29 expedientes de mujeres que murieron de forma violenta y a cuyos hijos investigó un grupo de 10 alumnas de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de San Carlos (Usac).

Las universitarias recibieron el encargo de la oficina de la Comisionada Presidencial Contra el Femicidio de presentar un diagnóstico psicosocial y económico de las víctimas colaterales de los casos de femicidio en el departamento de Guatemala. Trabajaron con base en un listado proporcionado por el Ministerio Público (MP) de mujeres que fueron asesinadas entre 2007 y 2009. La investigación se realizó entre octubre y noviembre de 2009 y los resultados fueron presentados la semana pasada.

Los casos provinieron de las 4 agencias de la Fiscalía de Delitos Contra la Vida encargadas de investigar los delitos que atentan contra las mujeres. Entre 2007 y 2009 la Policía Nacional Civil (PNC) registró más de 2 mil homicidios de mujeres.

Sin embargo, el listado que el MP proporcionó a los investigadores a través de la oficina de la Comisionada se limitó a 29 expedientes por ser las únicas víctimas del departamento de Guatemala, que la Fiscalía tenía certeza de que eran madres y contaba con una dirección para localizar a sus familiares. Todos los procesos estaban en fase de investigación.

A partir de esa lista, Elsa Arenales, coordinadora del departamento de extensión de la Escuela de Trabajo Social, repartió el trabajo entre una decena de estudiantes.

El listado se redujo a 23 casos después de descontar 6 que no correspondían al departamento de Guatemala. Luego el MP les remitió 16 más pero eran los mismos de la lista inicial con excepción de dos. Después de dos meses de búsqueda sólo fue posible localizar a los hijos de 9 mujeres asesinadas, 25 niños en total.

Lo que encontraron las investigadoras sobrepasó sus prudentes expectativas. Ninguno de estos 25 menores, determinaron, vive en condiciones aceptables. Todos requieren de atención psicológica. Muchos viven en situaciones desastrosas: niños enfermos física y emocionalmente, separados de sus hermanos y familiares cercanos, malnutridos, sucios, tristes. Pequeños que fueron arrancados de sus viviendas (algunas aún permanecen acordonadas con la cinta amarilla del Ministerio Público) y, en algunos casos, fueron testigos del asesinato de su madre.

La muerte de estas madres no sólo resquebrajó el núcleo familiar. Provocó, en el mejor de los casos, que sus familiares asumieran la responsabilidad de sus hijos y pasaran de la pobreza a la pobreza extrema. Los pequeños con menos suerte quedaron en manos de parientes lejanos, conocidos o vecinos sin que mediara ningún trámite legal o registro de en manos de quién están. Hay hijos de mujeres asesinadas que se convirtieron en pandilleros. Y eso que sólo se trata de nueve casos. La pregunta que Elsa y sus investigadoras se hicieron fue: ¿y cómo estará el resto?

Las otras víctimas

Alba Trejo, comisionada presidencial contra el Femicidio, se preguntó qué pasaba con los hijos de tantas mujeres que matan en el país. Más de 4 mil mujeres han muerto de forma violenta a partir de 2001, cuando se empezó a llevar el conteo. Según la Policía Nacional Civil, 722 mujeres murieron en 2008 y 716 en 2009. Eso equivale a casi 2 mujeres por día.

En el país se han hecho más de 70 estudios sobre las muertes de mujeres, expone Trejo. La mayoría de ellos fueron financiados por la cooperación internacional y profundizan sobre quiénes son las víctimas, quiénes son los victimarios.

Pero nunca se ha estudiado a fondo a las otras víctimas de estas muertes: los niños.

Trejo enviudó en junio de 2008. El padre de sus hijas, el entonces ministro de Gobernación, Vinicio Gómez, murió trágicamente al precipitarse el helicóptero en el que viajaba junto con su Viceministro de Petén a la capital, un accidente que aún no ha sido esclarecido. Percatarse de que su caso se replica a diario, para cientos de familias, motivó a la ahora funcionaria a promover un diagnóstico de qué está pasando con los hijos de las mujeres asesinadas: ¿qué pasa cuando se rompe de esta manera el tejido social? ¿y qué estrategias integrales se deben definir para atenderlos?

La Escuela de Trabajo Social aceptó colaborar con el proyecto. Los hallazgos del informe preliminar fueron presentados la semana pasada a los periodistas, instituciones relacionadas con la niñez y representantes de la cooperación internacional.

Una de las conclusiones de esta primera entrega del estudio, explica Trejo, es que aunque en el país existe un protocolo de atención a los niños en situación de riesgo este no se aplica para los hijos de las mujeres asesinadas. No hay una instancia que se encargue de detectarlos, registrarlos y darles seguimiento. Los pequeños quedan a la deriva y no se sabe con exactitud en manos de quién. Ninguna institución está prestándoles atención psicológica ni médica. No hay estudios que determinen si las personas que se quedan bajo su cuidado tienen la capacidad de hacerlo. Los niños rara vez forman parte de los expedientes de sus madres asesinadas –prueba de eso es el reducido listado que remitió el MP– y cuando sí figuran nadie asume la responsabilidad de seguirles el rastro. No atender a estos pequeños los sitúa en el alto riesgo de perpetuar la violencia de la que fueron víctimas.

“La mató mi papá”

Los primeros hallazgos de las trabajadoras sociales fueron que en las direcciones ya no vivía nadie que pudiera dar razón por la familia de la mujer asesinada. O al menos así se los informaron los nuevos inquilinos de las casas y vecinos. El miedo de hablar fue una situación recurrente. En otros casos –los menos– sí encontraron en los alrededores información sobre el paradero de las familias y preguntando y preguntando consiguieron dar con nueve casos.

Las investigadoras trabajaron en parejas y los casos pertenecían a barrios populares o marginales. Para los adultos utilizaron cuestionarios de preguntas abiertas; y a los niños los sometieron a dos pruebas que revelaran su estado emocional: les pidieron dibujar un árbol y a su familia. El primero refleja cómo se siente el niño; el segundo, cómo se siente dentro de su familia.

“A mi mamá la mataron”, contó con normalidad una diminuta niña que dibujaba a su madre. Un niño que vive en la zona 5 y que se había negado a pintar aceptó a conversar varias horas con Liliana Ortega, la trabajadora social. De pronto soltó: “Es que mi papá mató a mi mamá”.

Ninguno de los niños encontrados había recibido atención psicológica. Ni siquiera el pequeño de 8 años a cuya madre y abuela masacraron los pandilleros en la zona 18.

“Todos los casos nos impactaron, pero algunos rebasaron lo que creíamos posible de encontrar”, cuenta Arenales, la coordinadora del proyecto. De dos niñas tienen sospechas de que están sufriendo abusos sexuales. Hay un menor que está en manos de sus abuelos que podría padecer de retraso mental y no está recibiendo la atención necesaria. Y hay dos chicos que ya recibieron impactos de bala y quedaron gravemente dañados, presuntamente por su participación en pandillas.

Atención integral

Una de las quejas más frecuentes que detectaron las investigadoras con las familias de las mujeres asesinadas fue que el caso no había sido resuelto. “Aquí nadie había venido a preguntarnos nada. Usted es la primera”, le relató una familia a Ligia Zavala.

El cuadro más frecuente que encuentra el MP cuando se investiga el crimen es que los huérfanos quedan en manos de abuelas o tías. Y en muy pocos casos con los padres o hermanos mayores, cuenta un agente fiscal.

Aunque la mayoría de familia tiene las mejores intenciones de hacerse cargo de los huérfanos no todas están en la capacidad de hacerlo, advierte Arenales. La trabajadora social plantea la necesidad de que el Estado asuma la responsabilidad de llevar un control de qué sucede con ellos. “No estamos planteando que se institucionalicen, no, pero sí que se sepa en manos de quién quedan y si esa persona tiene los recursos económicos y afectivos para hacerse cargo de los niños”, plantea.

A raíz del estudio se propuso la creación de una clínica que brinde atención integral y gratuita a las víctimas colaterales de las muertes violentas de mujeres (incluyendo a los adultos afectados por la muerte de la mujer). Esta debería contar con médicos, psicólogos, trabajadores sociales y nutricionistas. Estuardo Gálvez, rector de la Usac, asegura que esta unidad podría empezar a funcionar en abril en el antiguo Paraninfo Universitario, zona 1, y estaría a cargo de estudiantes que cursan la práctica supervisada y profesores.

Actualmente, la Unidad de Psicología de la Escuela de Trabajo Social de la Usac le da terapia a tres de los niños que fueron objeto de estudio, pero no está en la capacidad de atender a todos.

Según un estudio presentado por el Ministerio de Gobernación en 2008, el 61 por ciento de los femicidios en la capital son producto de la violencia intrafamiliar y el 45 por ciento ocurre en la vivienda de las mujeres. El Programa de Prevención y Erradicación de la Violencia Intrafamiliar (Propevi) adscrito a la Secretaría cuenta con unidades para brindar atención psicológica, médica y legal a las víctimas de violencia doméstica. Sin embargo, las víctimas colaterales de los asesinatos de mujeres no son parte de la población que atienden Arenales reconoce que estos 25 niños y 9 casos que figuran en el diagnóstico sólo les permitieron asomarse a un problema del cual se desconoce su magnitud. “Esta investigación debe continuar y deben ponerse en marcha medidas concretas”, expone. A partir de este diagnóstico la Escuela se interesó en estudiar qué sucede con los hijos de los pilotos de buses asesinados.

Los dibujos fueron tomados de los expedientes de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de San Carlos (Usac).

http://www.elperiodico.com.gt/es/20100207/domingo/136565

Huérfanos por asesinatos de mujeres quedan en el olvido, señala informe

Guatemala – Cientos de niños guatemaltecos huérfanos por los frecuentes asesinatos de mujeres son víctimas del olvido por falta de políticas estatales y muchas veces su única alternativa es vincularse con la delincuencia, revela un informe.

“Los asesinatos de mujeres no quedan ahí porque también hay secuelas y daños colaterales como los niños que quedan huérfanos y sin ningún apoyo del Estado”, afirmó en conferencia de prensa la comisionada presidencial contra el asesinato de mujeres, Alba Trejo.

La situación agrava la desintegración familiar debido a que los niños son separados y distribuidos a diferentes hogares de la familia, indicó al divulgar el diagnóstico elaborado por la Escuela de Psicología de la estatal Universidad de San Carlos y auspiciado por la Presidencia.

De los 31 casos estudiados, también hay indicios de que los infantes fueron víctimas de abusos sexuales y laborales, y otros fueron testigos presenciales del asesinato de su progenitora lo que los convierte en blanco de un ataque pues viven en denominadas zonas rojas.

Las zonas rojas en Guatemala se caracterizan por su pobreza y por estar dominadas por el crimen organizado y pandillas juveniles, quienes a base de violencia imponen su ley, por ello son proclives a formar parte de estas estructuras y morir en las mismas condiciones.

Los autores del informe destacaron el caso de dos jóvenes de 17 años que ya tienen varios ingresos en hospitales por heridas de arma de fuego, mientras que otra adolescente vive con el victimario de su progenitora.

La mayoría de huérfanos no asisten a las escuelas y tampoco fueron reconocidos en el registro civil, por lo que “no existen en Guatemala” por carecer de documentos de identificación, alertó la funcionaria.

La mayoría de niños sufren “traumas sicológicos, son retraídos, agresivos, están desnutridos y otros están en conflicto con la ley” debido a la ausencia de una política estatal para ayudar a esta población a integrarse a la sociedad.

En Guatemala la violencia deja unos 6 mi muertos anualmente, entre ellos más de medio millar de mujeres.

“El Estado no ha puesto atención a este tema de la niñez, quienes no sólo perdieron a su madre sino también a sus hermanos al ser separados”, lamentó a su vez la encargada del diagnóstico, Elsa Arenales.

“Son miles de mujeres las que han sido asesinadas en los últimos años y la mayoría eran madres solteras”, afirmó.

Ante ello, recomendaron crear un protocolo de atención inmediato que estaría conformado por distintas instancias estatales como la Procuraduría General de la Nación, la Secretaría de Bienestar Social, el Ministerio Público (Fiscalía) y la Magistratura de la Mujer del Organismo Judicial, entre otras.

El objetivo es que estas entidades inmediatamente se encarguen de los huérfanos y brinden ayuda sicológica, becas de estudio y atención gratuita en salud.

“Esto es una voz de alerta a las instituciones del Estado para que tomen cartas en el asunto”, puntualizó Arenales.

AFP

http://www.prensalibre.com/pl/2010/enero/27/371579.html