Guatemala’s bus drivers have been under attack for a couple of years now. We did a series of workshops with the group of widows of the murdered bus drivers, addressing their grief and bringing out their strengths to help them cope with their loss and deal with life and the challenges they face.
Author Archives: MIA
HCF – WRC: At the National Police Academy
The police academy students come to us in the midst of their training to become police officers and are thus in the learning mode.
The gender equity training we provide, though, is unllike anything they have heard before, and the workshop format helps elicit their prejudices and preconceived notions, so they can be discussed.
The workshop-interactive format is much more effective for changing ideas than a lecture format, because the participants offer their own ideas for how things are, and how things ought to be, which allows discussion to reach the students at a very personal level.
We are in the police academy every other Friday, and all the facilitators go so we can be in five classrooms simultaneously. Each pair of facilitators leads workshops in three classrooms of about 40 students apiece, so we are providing our Gender Equity training to about 600 students every other Friday.
HCF – WRC: Pictures from the classroom
We are in five elementary and middle schools, delivering the Hombres Contra Feminicidio (based on White Ribbon Campaign) workshops. Our facilitators work in pairs, and work with the students from 40 minutes to an hour weekly over a 10 week period. The children are very much engaged and interested in the workshops which have exercises elicit the experience, observations and knowledge of the participants to guide the discussion.
Our facilitators were recruited by Jenny Vela, a student at San Carlos University and are all either students or recent graduates. Mostly young men, they are a very talented and diverse group. Paco is a music teacher and plays mandolin as well as piano. Lily wears the clothes indicating her indigenous ethnic and social group, and is very outspoken. Lily gets up at 4am to make her way into the city by bus to participate with MIA. The facilitators are shown here outside the Police Academy.
De cómo la violencia de género se apodera de un barrio
Nacionales | REPORTAJE | Diario La Hora
Gerson Ortiz | gortiz@lahora.com.gt

El informe detalla cómo va tejiéndose la violencia contra la mujer en esa pequeña comunidad capitalina y el nivel de abandono del Estado. JOSÉ OROZCO
Un grupo de mujeres entre 22 y 60 años de edad, amas de casa, con bajos niveles de escolaridad y escasos recursos económicos y residentes de la colonia El Incienso, comparten algo en común: han vivido cara a cara la violencia de género durante mucho tiempo de sus vidas, pero buscan dar un giro a su historia.
Marta, María y Susana* contemplan fijamente y bastante abstraídas las gotas de lluvia que caen sobre las plantas que cuelgan de un balcón vecino. Desde hace muchos años han vivido en la colonia El Incienso, en donde han enfrentado la violencia cara a cara.
Sus testimonios quedaron registrados en el estudio denominado: “Violencia de Género y Residencia en El Incienso”, presentado el jueves último por su realizadora, la psicóloga Ana Izabel Ortiz.
“Hoy, Marta, María y Susana son conscientes de sus derechos y se han reconocido dentro de los círculos de violencia que se crean desde la familia hasta el matrimonio en sociedades como las nuestras”. “Esa conciencia las hará cambiar su panorama”, según expertas.
El informe detalla cómo va tejiéndose la violencia contra la mujer en esa pequeña comunidad capitalina y el nivel de abandono del Estado en ese sector tanto para prevenir como para erradicar ese fenómeno, al tiempo que plantea la necesidad del empoderamiento del sector femenino en ese barrio.
Para la realización de ese estudio se tomaron los testimonios de mujeres entre los 22 y los 60 años de edad residentes de la colonia El Incienso. Todas son amas de casa y seis tenían pareja al momento de las entrevistas.
Otras de las características fueron que sólo una de ellas, la más joven, tuvo la oportunidad de completar el nivel diversificado. Dos más culminaron el ciclo básico, tres el nivel primario y las demás estudiaron únicamente los primeros años de la primaria.
Según la Agencia Española de Cooperación (AECID), el riesgo del incremento en femicidios es más latente para las mujeres más jóvenes “con menos experiencia y menos conocimiento para buscar ayuda”, además, el informe del Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica (COMMCA), presentado en febrero último, detalla que esos crímenes “se cometen más en lugares públicos, por redes y grupos organizados” y que “la impunidad alimenta este crimen”. (Lea Alerta Regional).
“Los testimonios de vida legitiman ética y políticamente formas múltiples de pensar, desear, actuar y decir sobre nuestra condición de ser mujer.
Desde el punto de vista ético, el testimonio significa el respeto por las experiencias vividas, la solidaridad hacia aquellas mujeres que se animan a compartir su historia y denuncian cada sufrimiento y sus resistencias.
El acto de testimoniar presupone entonces, credibilidad de la realidad y concienciar que la historia de una, puede ser la de muchas mujeres”, cita en su introducción el informe.
- Según la Agencia Española de Cooperación (AECID), el riesgo del incremento en femicidios es más latente para las mujeres más jóvenes “con menos experiencia y menos conocimiento para buscar ayuda”. JOSÉ OROZCO
CON VOZ PROPIA
Los testimonios de las entrevistadas relatan cómo la violencia contra el género ha ido penetrando el tejido social de esa comunidad pequeña, desde lo familiar, pasando por lo psicológico y hasta llegar a lo sexual.
Una de las entrevistada narró: “Mi papá decía: ustedes son mujeres, son las de la limpieza, en cambio ellos son varones, son para trabajar. Y así me quedé con esa mentalidad, que la mujer era la que hacía la limpieza y el hombre era el que trabajaba”.
Posteriormente, cuando otra de las entrevistadas tuvo una pareja contó: “Al principio, era bien calidad y después me pegaba y bien fuerte. Un día una comadre de él, le dijo que yo andaba con un chavo, como yo trabajaba en un almacén y me fue a traer, ese día me iba a matar. Con un envase quebrado, me agarró del pelo y me dijo: ¿te querés morir hija de la gran…? Delante de más personas, me pegaba en la cara”.
“El esposo de una mi tía que hoy por hoy él es cristiano, (…) ese señor intentó violarme, no entendía lo que él quería o pretendía hacer, pero a mí me daba miedo porque él llegaba bolo a la casa”, narró otra entrevistada sobre la violencia sexual.
TEJIENDO VIOLENCIA
La psicóloga Ana Izabel Ortiz comenta respecto al estudio: “fue inevitable el vuelco a entender el fenómeno como una problemática eminentemente social sin perder la mira de encontrar propuestas a trabajar desde la psicología, pero también a quienes no les interesa hacerlo desde ella”.
Ortiz considera importante el abordar la violencia de género como un estudio en el país, debido a que Guatemala, al igual que otros países de América Latina, cuenta con altos índices de violencia en todas sus manifestaciones sociales.
“Debido a que el género es una construcción social, es necesario conocer este fenómeno para poder criticar y proponer acciones que permitan cambios en dichas construcciones hasta hace poco legitimadas”, explica.
La profesional añade que aun, luego de la aprobación de la Ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer existen personas e instituciones que se consideran ajenas a esta problemática y que en comunidades “marginadas”, más del 90 por ciento de las mujeres viven en condiciones cotidianas de violencia, las cuales se reproducen por generaciones.
Finalmente, al preguntarle sobre si hubo cambios en la comunidad tras el estudio, Ortiz respondió: “Mentiría si digo que el cambio es notorio, sin embargo, valoro la reflexión que llevaron a cabo las mujeres entrevistadas, ya que el haber propiciado el espacio para expresarse habilitó la posibilidad de repensarse y lograr ciertos cambios en las prácticas cotidianas”.
“Creo que estos cambios se logran paulatinamente; las afectadas aceptaron participar en talleres relativos al tema de violencia, lo cual es un avance”, enfatizó.
SIN PREVENCIÓN
Hilda Morales, integrante de la Red de la No Violencia Contra la Mujer, califica de importante el hecho que se realicen diferentes estudios y análisis en comunidades pequeñas del país ya que esto permitirá ir identificando la violencia de género en cualquier lugar y en diferentes dimensiones.
“Eso permite que haya una incursión de parte de las organizaciones sociales y del mismo Estado a través de mecanismos que la mujer pueda ir asumiendo como medidas de carácter político para que reconozcan sus derechos y se vaya cambiando la actitud de los hombres”, comenta.
La entrevistada habló del programa denominado “Territorios libres de violencia contra la mujer”, a través del cual se coordinaron acciones para ilustrar las situaciones que sufren las mujeres, la violencia, exclusión y doblegación de parte de los hombres, indicó.
Sin embargo, Morales aclara que la violencia de género se da en cualquier lugar sin importar el nivel social, económico o cultural porque es un fenómeno de carácter estructural: “se trata de un sistema que existe desde muchos siglos, en el que hay preponderancia de parte de los hombres hacia las mujeres y es fundamental saber que la violencia no es normal, que se tiene que cambiar”.
La experta en ese tema añade que la presencia del Estado en comunidades como la aludida es nula y que ello tiene efectos nefastos porque las mujeres no tienen a quién acudir. Además, considera que desde la aprobación de la Ley contra el femicidio y otras formas de violencia el mayor logro ha sido identificar el problema.
“La prevención y la divulgación de los delitos cometidos en contra de las mujeres es un gran faltante en Guatemala y es parte de la nula presencia del Estado en esa materia; en otros países, por ejemplo, ya se hacen campañas masivas para sensibilizar a la población y darle a conocer dónde existen los servicios, mientras en Guatemala no existen campañas de ese tipo”, criticó Morales.
*Nombres ficticios
“Es necesario conocer este fenómeno para poder criticar y proponer acciones que permitan cambios en dichas construcciones hasta hace poco legitimadas”, Ana Isabel Ortiz, Psicóloga
“La prevención y la divulgación de los delitos cometidos en contra de las mujeres es un gran faltante en Guatemala y es parte de la nula presencia del Estado en esa materia; en otros países, por ejemplo, ya se hacen campañas masivas para sensibilizar a la población y darle a conocer dónde existen los servicios, mientras en Guatemala no existen”.
Hilda Morales, Red de la No Violencia Contra la Mujer.
“Un día una comadre de él, le dijo que yo andaba con un chavo, como yo trabajaba en un almacén y me fue a traer, ese día me iba a matar. Con un envase quebrado, me agarró del pelo y me dijo: ¿te querés morir hija de la gran…?”
Víctima de violencia.
ALERTA REGIONAL
En febrero último, el COMMCA, adscrito al Sistema de Integración Centroamericana y especializado en temas de género, decretó a través de un informe regional que tanto el femicidio como la trata de personas son dos fenómenos en alza de violencia contra las mujeres en los países de centroamericanos.
Ese estudio detalló que Guatemala es el país más afectado, con más de cinco mil casos entre 2000 y 2009, seguida sólo por Honduras, El Salvador y República Dominicana. Según el COMMCA, en toda la región el número de femicidios se duplicó entre 2003 y 2009.
La AECID, quien colaboró en ese informe, refirió que existe un contexto de incremento de homicidios en los últimos años, pero apuntó que los crímenes contra mujeres crecen con más rapidez, ya que entre 2003 y 2007, el número de asesinatos de hombres aumentó un 50%, mientras que el de mujeres en un 160%.
ACCIONES
Según las estadísticas del Centro Nacional de Análisis y Documentación Judicial, de enero a septiembre del año recién pasado, los juzgados del país recibieron un total de siete mil 728 procesos por el delito de violencia contra la mujer.
A criterio de César Barrientos, magistrado presidente de la Cámara Penal, las estadísticas para este año no distan mucho de las de los doce meses anteriores. En ese marco, la próxima semana iniciarán sus labores los Juzgados de Competencia específica para femicidios.
El año pasado se emitieron un total de seis sentencias condenatorias por el delito de femicidio, 30 condenatorias por violencia contra la mujer y siete absolutorias por el mismo delito. En total ingresaron 74 procesos por femicidio, 10 mil 808 por violencia y 277 casos de violencia económica.
Las judicaturas específicas para ese delito funcionarán en Guatemala, Quetzaltenango y Chiquimula. Barrientos comentó que estas instancias son un gran avance para la justicia en esa materia y que se trata de un esfuerzo conjunto del poder judicial.
TALLERES EN LA USAC
LAS TRES CAUSAS DE LOS FEMICIDIOS
Mariela Castañon |mcastanon@lahora.com.gt
Por lo menos tres móviles manejan las fuerzas de seguridad y de justicia en el tema de los femicidios, problema que aún representa un desafío de esclarecer por la forma en que se originan los hechos, afectando a centenares de mujeres guatemaltecas.
Fuentes de la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC) y del Ministerio Público refieren que la mayoría de asesinatos violentos contra la mujer se origina por vínculos con pandillas o grupos criminales, violencia intrafamiliar o machismo, y venganza personal.
Según un investigador de la DEIC, aunque estas son las principales causas de muerte de la mujer, la que destaca mayormente es por los vínculos con los grupos delincuenciales. Estos asesinan y, en algunas oportunidades, las desmembran, porque ellas intentan abandonar la clica o porque cometen un error al llevar a cabo una acción delincuencial, o bien, porque traicionan a alguno de los miembros de la gavilla.
El entrevistado dice que la edad de las víctimas oscila entre 14 y 25 años, quienes son atacadas principalmente con arma de fuego.
Sandra Morán, del Sector de Mujeres, no descarta esta hipótesis, pero aclara que existen otros móviles tan fuertes como éste que convergen en el punto de que se cree que las mujeres son propiedad de alguien.
“Todo esto tiene un punto común y es el hecho de que hay una concepción de que las mujeres somos propiedad de alguien, quiere decir que si yo quiero dañar a la otra mara, mato a la esposa, hija, hermana del que la dirige, es la misma concepción que está en el marco de las guerras convencionales, es decir, atacar a la mujer como una forma de castigar a los hombres que son los enemigos”, indica.
A decir de Morán, las causas de muertes violentas se pueden ocasionar por otras situaciones; por ejemplo, por el papel que desempeña la mujer en la sociedad, que provoca molestia en sectores que no quieren dejar de ver la figura femenina de la forma tradicional, es decir, que debe cuidar a sus hijos y dedicarse a las labores de la casa.
La profesional señala que la violencia intrafamiliar o de pareja es otro móvil que puede mencionarse en relación a este problema, lo cual se complica cuando no se ofrece protección a las víctimas, que buscan denunciar, pero que pese a ello, no son protegidas adecuadamente.
La representante del Sector de Mujeres dice que lo lamentable del caso, es como en algún momento fue mencionado por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que a pesar de que existen denuncias contra los victimarios, los casos no se resuelven, pese a que hay información con nombres y apellidos.
Por su parte, Amalia Mazariegos, coordinadora nacional de Asistencia Legal y Gratuita a la Víctima y a sus Familiares, del Instituto de la Defensa Pública Penal (IDPP), opina que detrás de un femicidio hay un antecedente de violencia, marcado por las relaciones desiguales de poder y emocionales.
“Muchos de los móviles de los femicidios van a ser siempre las relaciones desiguales de poder y el vínculo emocional de la víctima con el agresor, inclusive cuando vemos la cuestión de pandillas, vamos a notar que hubo algún vínculo emocional, porque alguno de ellos está enamorado de una mujer o una de ellas está muy bonita y precisamente por eso es el ataque, porque esta mujer no aceptó ser novia de él o rechazó los requerimientos amorosos”, dice.
Según se indica, a la fecha se reportan más de 415 femicidios, lo que da cuenta que podría haber una tendencia de aumento en comparación con el año pasado, que en estas fechas se hablaba de unas 350 muertes violentas.
“A la fecha estamos hablando de más de 415 femicidios. En contraste con el año pasado tenemos una tendencia al aumento y eso implica que la violencia cada día es más grande, más grave contra las mujeres, que todavía no tenemos los programas de divulgación para el conocimiento de los derechos de las mujeres para comenzar, porque los femicidios en su mayoría comienzan con los hechos de violencia contra las mujeres, el antecedente es la violencia contra la mujer”, indica.
Mazariegos dice que los lugares más afectados por el flagelo son Guatemala, Villa Nueva, Escuintla y Jutiapa, donde ya se han tomado medidas para establecer sedes de atención a la víctima.
A criterio de la entrevistada, estos hechos se originan en esos lugares, por la cantidad de población y por la cultura de violencia que se presenta constantemente.
Por otro lado, se destaca que los femicidas son hombres extremadamente machistas, no importa la edad y profesión, dice Mazariegos.
“Puede ser cualquier hombre, educación de cualquier nivel, pero debe ser eminentemente machista, o sea, puede pertenecer a cualquier nivel social pero cuya cultura sea eminentemente machista”, opina.
INCREMENTO
El Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), en su monitoreo semestral destaca que 213 mujeres fueron asesinadas durante este tiempo, además de 161 que resultaron heridas.
La institución señala que hay un incremento significativo en contra del gremio femenino, no sólo por las estadísticas en mención, sino porque existen por lo menos siete casos de mujeres estranguladas.
“Algo que llama fuertemente la atención del GAM es que solo durante el mes de febrero se reportaron cuatro mujeres estranguladas -esto muestra la saña con la que se están cometiendo los crímenes en el país-, el mes de marzo reporta tres más, sin embargo, la gran mayoría de muertes de mujeres se cometen con arma de fuego”, señala.
El GAM sostiene que la mayoría de crímenes cometidos contra la mujer, son consecuencia de la violencia intrafamiliar.
“GAM ha planteado en reiteradas ocasiones que la mayoría de crímenes cometidos en contra de las féminas, son consecuencia de la violencia intrafamiliar de la cual son víctimas y al llegar a grandes extremos de violencia el agresor provoca una muerte sangrienta a la mujer”, destaca el informe.
Asimismo, el documento insta a las instituciones a tratar correctamente las denuncias de la violencia intrafamiliar, que abre una puerta para las víctimas de muertes violentas, es decir que los hechos, como la violencia física, sexual, verbal y psicológica sean denunciadas.
El informe de la organización civil concluye con preocupación, como en el año pasado se presentaron 166 denuncias, de las cuales solo 10 obtuvieron sentencia, lo que revela la ineficiencia extremadamente machista, no importa la edad y profesión.
“Hay una concepción de que las mujeres somos propiedad de alguien, quiere decir que si yo quiero dañar a la otra mara, mato a la esposa, hija, hermana del que la dirige”.
Sandra Morán, Sector de Mujeres
“Muchos de los móviles de los femicidios van a ser siempre las relaciones desiguales de poder y el vínculo emocional de la víctima con el agresor”.
Amalia Mazariegos, Instituto de la Defensa Pública Penal
PREVENCIÓN RECOMENDACIONES
Según las personas entrevistadas, las medidas para enfrentar la ola de asesinatos contra las mujeres deben basarse en aspectos como:
-Denunciar al agresor antes de que sea demasiado tarde.
-Solicitar ayuda u orientación a instituciones en pro de los derechos de las mujeres.
-Alejarse del posible agresor.
-Evitar los vínculos con grupos delincuenciales o del crimen organizado.
-Conocer los derechos de las mujeres.
-Exigir a las autoridades el fortalecimiento de los programas de atención a la víctima.
-No permitir agresiones verbales y físicas de la pareja o conviviente.
-En caso de solicitar ayuda, la víctima puede buscar atención en el Organismo Judicial (OJ), Ministerio Público (MP) o en las comisarías de la Policía Nacional Civil (PNC).
Jueces renuentes a aplicar ley contra el Femicidio
A través de análisis y estudios a tribunales de primera instancia, penales, de familia, Ministerio Público, Inacif y Policía Nacional Civil la Procuraduría de Derechos Humanos concluyó en un informe sobre la aplicación de la ley contra el femicidio, que los jueces son renuentes a los cambios y a la ley contra el Femicidio.
POR CRISTINA BONILLO Ciudad de Guatemala
Sergio Morales, Procurador de Derechos Humanos presentó ayer el informe que evalúa los dos años de aplicación de la ley contra el femicidio, a la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los derechos Humanos (Oacnudh), el cual será trasladado directamente a la relatora de ONU contra la violencia contra las mujeres, Rashida Manjoo.
El informe platea cambios importantes respecto al Código Penal explicó Lesbia Tebalán, asesora del procurador en temas de impunidad.
Explicó que en dos años apenas hubo 64 sentencias en base a esta ley (no todas condenatorias), y que las agencias del Ministerio Público especializadas en temas de femicidio tenían hasta el día de ayer y desde la aprobación d e la ley 395 investigaciones en marcha de las que solo 8 se tipifican como femicidio.
Tebalán explicó que los jueces y fiscales aplican en muchos casos el precepto de homicidio según establece el código penal, o el de asesinato, que contempla las mismas penas que el femicidio, sin embargo permite medidas sustitutivas y conmutabilidad de la pena, algo que no perite el delito de femicidio.
Entre las recomendaciones, está que el estado comprenda que el problema del femicidio “va más allá de la persecución penal hay que atacare una cultura que va contra la mujer, el femicidio demuestra odio contra la mujer”, dijo Morales. El procurador instó a que instituciones como el Ministerio de Educación o el de Cultura se involucren más en temas educativos y de concienciación para atajar el problema de la violencia contra la mujer. “Tiene mucho que hacer todo el estado”, apuntó.
El representante de la OACNUDH, Alberto Brunori, explicó que se enviará este documento a la relatora y según los procedimientos a seguir en estos casos posiblemente puede pedir al estado algún tipo de aclaración sobre las denuncias presentadas en el informe. Además señaló que servirá de insumo para la oficina y para realizar su informe anual acerca de la situación de los derechos humanos en el país.
http://www.prensalibre.com/noticias/justicia/Jueces-renuentes-aplicar-ley-Femicidio_0_301769908.html
Femicidios aumentaron 79%
Flor de María Ortiz / florortiz@lahora.com.gt
Hoy fue entregado el Informe sobre Femicidios por parte de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) al representante del Alto Comisionado de Derechos Humanos, donde se manifiesta que el Gobierno no ha cumplido con los acuerdos suscritos con las leyes decretadas.
Sergio Morales, procurador de los Derechos Humanos, manifestó preocupación por el incremento en las muertes de mujeres. “En los últimos seis años se ha reportado un aumento del 79 por ciento de muertes de mujeres. Sólo en el 2009, se informó, hubo setecientos veinte asesinatos, que da como resultado que dos mujeres mueren diariamente”.
Asimismo, Morales comentó que entidades como la Policía Nacional Civil no están capacitadas para atender los casos de mujeres que solicitan ayuda, “cuando las féminas llegan a poner denuncias, los cuerpos policiales las cuestionan, no las toman en serio y eso no es así, ellas asisten a ellos para ayuda no para que las culpen por los hechos”.
Grupos presionan por el TPS
POR CRISTINA BONILLO
La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) y organizaciones de migrantes instaron al Gobierno y población a seguir presionando por el TPS para los guatemaltecos indocumentados en EE. UU.
Lucía Muñoz, representante de la organización Red para la Paz y el Desarrollo para Guatemala, expresó que no es posible que este sea el único país centroamericano que no cuente con un Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés), y aseguró que hay poca voluntad del Gobierno para presionar por ese beneficio.
También anunció que se intenta organizar una marcha para presionar al Gobierno de EE. UU. a la concesión de la medida temporal.
Oswaldo Cardona, representante de la Unidad contra la Impunidad, de la PDH, recordó que tras los desastres naturales registrados en el país, el TPS es más necesario que nunca.
“Lo tienen salvadoreños, hondureños y nicaragüenses. Por alguna razón no ha sido otorgado a nuestros compatriotas, y eso nos pone en una situación de mayor vulnerabilidad con relación a otras naciones, en aquel país”, enfatizó.
“Creemos que es justo y humano que sea otorgado el TPS, independientemente de la reforma migratoria”, subrayó.
http://www.prensalibre.com/noticias/Grupos-presionan-TPS_0_297570263.html
Equal Rights for Women? Survey Says: Yes, but …
June 30, 2010 / By VICTORIA SHANNON
People around the world say they firmly support equal rights for men and women, but many still believe men should get preference when it comes to good jobs, higher education or even in some cases the simple right to work outside the home, according to a new survey of 22 nations.
The poll, conducted in April and May by the Pew Research Center’s Global Attitudes Project in association with the International Herald Tribune, shows that in both developing countries and wealthy ones, there is a pronounced gap between a belief in the equality of the sexes and how that translates into reality.
In nations where equal rights are already mandated, women seem stymied by a lack of real progress, the poll found.
“Women in the United States and Europe are shouldering major responsibilities at home and at work simultaneously, and this makes for stress and a low quality of life,” said Prof. Herminia Ibarra, co-author of the 2010 Corporate Gender Gap Report of the World Economic Forum.
The opinions of the French, in particular, are emblematic of the uneven drive for equality of the sexes.
One hundred percent of French women and 99 percent of French men backed the idea of equal rights. Yet 75 percent also said that men there had a better life, by far the highest percentage in any of the countries in which polling took place.
Why do people in France, which provides generous state care for new mothers and toddlers, feel so far from having achieved gender equality?
“Because they are, at least in terms of economic participation,” said Professor Ibarra, who teaches organizational behavior at Insead, the international business school based in Fontainebleau, France. “There are still very few women running large organizations, and business culture remains resolutely a boys’ club.”
Indeed, the United States and Germany reported an especially strong gap between the sexes on whether enough has been done to give women equality. Of those who believe in equal rights, many more American and German men believe their nations have made the right amount of changes for women, while many more women than men in those countries think more action is required.
“When you’re left out of the club, you know it,” said Prof. Jacqui True, an expert in gender relations and senior lecturer at the University of Auckland. “When you’re in the club, you don’t see what the problem is.”
The rising giants of China and India, together with Indonesia and Jordan, were the four other countries where a majority of equal-rights supporters think most of the adjustments necessary to establish equality have already been made.
In telephone and face-to-face interviews, the Pew Center found that equality of the sexes was by vast majorities a goal for men and women alike.
In 13 of the countries, more than 90 percent of the respondents said they supported equal rights; in every other country except Egypt, Jordan, Kenya, Indonesia and Nigeria, more than 75 percent backed gender equality. Nigeria, in fact, was the only surveyed country where more than half (54 percent) said women should not have equal rights; 45 percent of respondents favored equal rights.
In addition, only in Pakistan, Egypt and Jordan did fewer than 80 percent of the respondents say that women should be able to work outside the home. Even in those three countries, a majority said they supported women’s right to work.
Showing how widely accepted the notion of equality has become, even more men than women in Britain and Japan supported equal rights. (Scandinavian countries, which often score highest on gender equality, were not part of the survey.)
Yet few countries consider that equality achieved. Only in three countries did a majority of those surveyed say that women and men have achieved a comparable quality of life: Mexico (56 percent), Indonesia (55 percent) and Russia (52 percent). In six other countries, a sizable ratio — 40 to 50 percent — said they believed that men’s and women’s lives were equally good.
In Poland, by contrast, a majority (55 percent) said men had the upper hand. And in another five countries as diverse as India, Spain and Nigeria, 40 to 49 percent said men retained the higher quality of life. But France’s 75 percent led the list.
Only in South Korea (49 percent) and Japan (47 percent) did more people say women are better off than say men are, or that they are the same. It may be that men there “resent being married to their company, and also that there are fewer expectations of women,” Professor True said. “But that’s not equality.”
The variable assessment of gender equality suggests, according to the Pew Research Center report, that “while egalitarian sentiments are pervasive, they are less than robust.”
Most of the countries where people said men and women had equally good lives, Professor True said, “are only beginning to question and challenge gender discrimination and injustice, which have been taken for granted and seen as legitimate.”
“There is a lower consciousness of the gender differences there because men have always dominated,” she added. “Women have not had the opportunity to band together to challenge the power of men.”
Professor True, who is the author of five books on international relations and gender politics, is also head of the feminist theory and gender studies section of the International Studies Association, an organization of scholars and publisher of academic journals.
The surveys were conducted nationwide in all countries except China, India and Pakistan, where samples were disproportionately urban. Margins of sampling error are plus or minus three to five percentage points.
Although government mandates for equal education and job opportunities are frequently the means to gender equality, some nations that uphold the principle of equality also have sizable constituencies who would not give women the same rights to schooling and jobs.
Half or more of those asked in India, Pakistan and Egypt say a university education is more important for a boy; in China, Japan, Jordan, Poland and Nigeria, that number was at least one-third.
In some places where a boy’s education is favored, women had opinions far different from those of men. In Egypt, for instance, a solid 60 percent of men said boys were more entitled to that education, while an equally solid 60 percent of women disagreed. The gender gap was similar in Jordan and Pakistan.
“A lot of families are too poor to send all of their kids to school,” Professor Ibarra said. In India, for example, social groups are trying to organize day care for families so that daughters do not have to stay home and care for younger siblings while the sons go off to school.
Likewise, a strong core in several countries said men had more right to a job than women. More than 50 percent in 10 of the 22 countries said that when jobs are scarce, they should go to men. “If we think that it’s a growable pie, equality is fine,” Professor Ibarra commented. “If we think it’s a limited pie, it’s not.”
In India, Pakistan, Egypt, Indonesia and China, this belief was most widespread, while respondents in the United States, Britain, Spain, Germany and France most strongly disagreed that men should be preferred for jobs when they are hard to find.
Yet the belief that men should not have the edge does not translate into economic reality in many of the same countries. In France, Germany, Poland and India, at least 80 percent of those surveyed said men still got more opportunities than women for jobs that pay well, even when woman were as qualified.
What may be more surprising is that the respondents were not unanimous about men getting the good jobs. The inequity in well-paying jobs, Professor Ibarra said, “is absolutely true.”
“That’s not even an opinion,” the professor said. “You could find hard facts to support that anywhere you look.”
Professor True said it often took two generations before reality caught up with changes in attitudes.
“We’re entering the next phase in many of these countries,” she said. “We’re going to see much more frustration with gender inequality among both women and men before we get institutional change in developing countries.”
How the poll was conducted
The poll on gender equality was conducted by the Pew Research Center in association with the International Herald Tribune in 22 countries: Argentina, Brazil, Britain, China, Egypt, France, Germany, India, Indonesia, Japan, Jordan, Kenya, Lebanon, Mexico, Nigeria, Pakistan, Poland, Russia, South Korea, Spain, Turkey and the United States. These questions are part of the larger 2010 Pew Global Attitudes Project.
Interviews were conducted either by telephone or in person in April and May. In most countries, samples of 700 to 1,300 people were representative of the adult population. In China, India and Pakistan, the samples included at least 2,000 adults and were disproportionately urban. In addition, areas of instability in Egypt and Lebanon and remote sectors of Indonesia, Russia and South Korea were not surveyed.
The margin of sampling error for each country was plus or minus three to five percentage points. In addition, the practical difficulties of conducting any survey of public opinion may introduce other sources of error into the poll. Translation of questions into the many languages involved, for example, may lead to somewhat differing results. Each survey was conducted under the direction of Princeton Survey Research Associates International.
This article has been revised to reflect the following correction:
Correction: July 1, 2010
An earlier version of this incorrectly reported a statistic on people’s attitude toward women and jobs in Pakistan, Egypt and Jordan.























Proud Founder Member of the Guatemala Peace and Development Network